martes, 4 de junio de 2013

La «activa participación» de la Junta, clave en el fraude de los ERE


F. Velasco. 
La Junta de Andalucía queda en una situación más que comprometida, y no sólo a un nivel intermedio en su organigrama, en toda la trama de los ERE irregulares. El informe elaborado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, incluido en la parte del sumario sobre la que se ha levantado el secreto, viene a concluir que en la implantación del «sistema irregular de concesión de ayudas en la Junta de Andalucía» en los expedientes de regulación de empleo hay tres «principales intervinientes en los presuntos actos ilícitos» que se investigan.
Así, «en primer lugar» se situaría la propia Administración pública, es decir, la Junta de Andalucía, «actuando generalmente, a través de su Consejería de Empleo –el ex consejero Antonio Fernández está imputado y permaneció en prisión de abril a agosto de 2012, cuando recuperó la libertad tras el pago de 450.000 euros de fianza–, y, de una manera más particular, mediante su Dirección General de Trabajo y Seguridad Social –el ex director Francisco J. Guerrero es uno de los principales imputados–, que es la interviniente fundamental, pues constituye la fuente de financiación».
A continuación, se situaría el «tándem aseguradores-mediadoras», que formaban un binomio que posibilitaría «la salida del dinero de la Administración". Y, en tercer lugar, «pero no por ello menos importante», determinadas personas físicas y jurídicas «que catalizarían toda esta actividad delictiva», entre las que las más «representativas» serían Juan Lanzas y el despacho de abogados Estudios Jurídicos Villasís.
En el informe policial se detalla el papel que juega cada uno de esos «actores» y cómo se realizaban las distintas fases que concluían con el pago de esas ayudas a empresas que iban a presentar el correspondiente ERE, con la inclusión de «intrusos».
Y en ese entramado es donde la UCO apunta a un papel relevante del Gobierno que preside José Antonio Griñán, aunque en ningún momento se alude a él en el informe, para el desvío de dinero público a finalidades distintas de las que realmente eran su objeto, ya que todo ello «no sería posible sin la activa participación de la Junta de Andalucía, que debe acceder a la realización de los ERE y a la concesión de la consiguiente ayuda/subvención, amén de la utilización del procedimiento interno I descrito para conceder y materializar las ayudas». Este punto, añade el dictamen policial, cuenta con, «al menos, dos protagonistas esenciales, Antonio Rivas (en todo lo referente a Sevilla y su capacidad de influencia dentro de la Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico) y Francisco J. Guerrero (como Director general de Trabajo y Seguridad Social)».
Pero, además, existen sospechas de que esa implicación se situaría en un nivel superior a la dirección que presidía Guerrero, aunque no se concreta, ya que se continuó con el sistema pese a las advertencias de que esas subvenciones no se asignaban de acuerdo a los procedimientos previstos legalmente. «La permanencia de este sistema de concesión de ayudas, con todos los inconvenientes que llevaba consigo –puestos de manifiesto de manera explícita y de forma reiterada por la Intervención General, y, al menos, implícitamente por el secretario general de Hacienda de la Junta–, parece difícil sin la aquiescencia de autoridades con más altas responsabilidades» que el mencionado director general.
El «circuito del dinero»
El pormenorizado informe de la UCO –más de 1.400 páginas–, resume el «sistema establecido y desarrollo de la presunta actividad criminal» en cinco fases:
1. Debía producirse un ERE, aunque en «bastantes ocasiones», la participación económica de la Junta y los beneficiarios «antes incluso de que la empresa» iniciase el procedimiento.
2. Las mediadoras, tras retener cierta cantidad, trasvasaba el remanente de esa sobrecomisión, principalmente a entidades sindicales, a empresas vinculadas a Juan Lanza y al despacho de abogados Villasís.
3.- Este despacho recibía una parte del dinero y actuaba como «caja pagadora», según las indicaciones de Guerrero.
4.- De los distintos entramados se retiraba el dinero en efectivo.
5.-«Pagos directos a Guerrero» desde la mediadora Vitalia.
Fases del «Blanqueo»
«Alejamiento o colación»: Consistía en «introducir en el sistema financiero el dinero obtenido con la actividad ilícita».
«Encubrimiento o transformación»: En esta fase, el dinero colocado en el sistema financiero era «sometido a diversas operaciones para difuminar cualquier relación con el origen».
«Integración: es la última fase del «blanqueo de capitales» y en ella, los fondos obtenidos con la actividad ilícita «vuelven a su propietario/s y entran de nuevo en la economía real». Para realizar esa «integración», o bien se invertía en negocios legítimos, se disponía en efectivo, se adquirían inmuebles o bienes de lujo u objetos de arte.

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