miércoles, 31 de julio de 2013

Doña Cristina residirá en Suiza por trabajo y Urdangarín, en Barcelona


La infanta doña Cristina el pasado lunes en Mallorca Efe



larazon.es. 

La infanta Cristina trasladará su residencia a Ginebra, donde la Fundación "la Caixa" le ha encargado que coordine sus programas con agencias de la ONU, y su esposo, Iñaki Urdangarin, continuará viviendo en Barcelona, pendiente del proceso judicial, han informado fuentes próximas a la familia, informa Efe.
Doña Cristina se instalará próximamente en Ginebra con sus cuatro hijos, que comenzarán allí el nuevo curso, mientras que Urdangarin repartirá su tiempo entre la ciudad suiza y Barcelona, donde mantendrá su residencia para poder atender las necesidades de su defensa en el proceso judicial del caso Nóos, de acuerdo con las mismas fuentes.
La Casa del Rey no tiene previsto realizar ningún comentario sobre el traslado de residencia de la infanta Cristina, según ha explicado un portavoz de esta institución.
La Fundación "la Caixa" ha difundido esta mañana un comunicado en el que informaba de que ha encargado a doña Cristina, hasta ahora directora del Área Internacional de esta entidad, "la misión de gestionar y coordinar sus programas con diversas agencias de las Naciones Unidas que tienen su sede en Ginebra".
Asimismo, "impulsará nuevos programas de colaboración con las fundaciones de ámbito social y cultural del Aga Khan Development Network", cuya sede también se encuentra en esta ciudad suiza, por lo que, según recalca la Fundación "la Caixa", para llevar a cabo esta labor la infanta Cristina "deberá trasladar su residencia a Ginebra".
Ni la fundación ni la Casa del Rey han precisado cuándo empezará a vivir doña Cristina en Ginebra con sus hijos, pero fuentes próximas a la familia prevén un traslado inmediato a Suiza, ya que el curso escolar comienza en septiembre.
La Fundación "la Caixa" recuerda en su nota informativa que la infanta se incorporó a la entidad en 1993, que su primer trabajo consistió en la coordinación de las exposiciones de artes visuales y fotografía y que en 1997 fue designada coordinadora del Programa de Cooperación Internacional, tras lo que, en 2005, fue nombrada directora del Área Social.
Cuatro años después asumió la dirección del Área Internacional, responsabilidad desde la que estableció colaboración con diferentes organismos internacionales y agencias de la ONU y que ejerció desde Washington hasta que, hace un año, el matrimonio regresó a Barcelona tras pedir Urdangarin una "excedencia temporal" en Telefónica para no perjudicar a este grupo tras su imputación en el caso Nóos.
Precisamente la controvertida actividad del Instituto Nóos había conducido tres años antes al esposo de la infanta a aceptar la oferta de la filial de Telefónica en Latinoamérica para trabajar en Washington y establecer en la capital estadounidense la residencia de su familia.
Ahora, el traslado a Ginebra permitirá proteger mejor a los cuatro hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin de los efectos de la gran repercusión social que genera diariamente en España todo lo relacionado con el caso Nóos, cuya instrucción dura ya dos años, en lo que fuentes de Zarzuela describían recientemente como un "martirio" mediático.


MIENTRAS TANTO, EL SACERDOTE SALESIANO, SIGUE ENCARCELADO, POR LA ALARMA SOCIAL… ¡¡QUE JUSTICIA!!  MEJOR DICHO, ¡¡QUE INJUSTICIA!!

JESÚS ES CALLEJERO

Autor: Pablo Cabellos Llorente

            Escribo recién concluida la JMJ de Río de Janeiro. Antes vi un vídeo de casi cincuenta minutos hecho para esta ocasión, porque lleva el título en portugués aunque se puede escuchar en castellano: Quem é o Papa Francisco. Se encuentra en YouTube. Recoge distintos aspectos de la vida del Obispo de Roma, muchos retazos de homilías. En una de ellas, he encontrado una especie de clave de muchas de las cosas que va haciendo: "Jesús es callejero", dice.

        En esa forma tan sencilla de expresarse está explicando ese aspecto misional, apostólico, de la Iglesia que es parte integrante importantísima de su tarea: "Id por todo el mundo y predicad a todas las gentes", dice el encargo final de Jesús. Se ve que al Papa le preocupa la posibilidad de una Iglesia replegada sobre sí misma y nos quiere en la calle. ¿Quién no recuerda su invitación a salir a las periferias? O su empuje para que nos movamos aun a riesgo de equivocarnos. O el olor a oveja requerido a los pastores. ¿Cómo olvidar su natural parada de el lugar de hospedaje antes del cónclave, con el fin de pagar? Eso se le ocurre al que está en la calle.

        Pero antes de continuar, demos un rápido visionado al callejeo de Cristo. Lo podemos ver en una boda popular donde, a instancias de su Madre, convertirá el agua en vino. En otros momentos, por los caminos polvorientos de su tierra, predica la buena noticia a multitudes o a sus apóstoles; ante el asombro de todos, perdona los pecados al paralítico que curó inmediatamente después; se para fatigado en el pozo de Jacob y no se permite el descanso porque llega la mujer samaritana a la que había de convertir; en el monte, lanza esa especie de discurso programático e incomprensible de las Bienaventuranzas, incomprensible con la lógica humana, como incomprensible será la promesa de la Eucaristía  hecha en la sinagoga de Cafarnaúm,  tan poco inteligible y tan clara -promete su cuerpo y sangre como comida y bebida- que muchos se marchan.

       Cristo callejea apretujado por las gentes, predica en el Mar de Galilea, habla con los gentiles, con los escribas y fariseos, se compadece especialmente de los necesitados en el alma o en el cuerpo: dos veces repite que tiene compasión de la muchedumbre, en una de ellas porque andan como ovejas sin pastor, mientras que en la otra es porque tienen hambre de pan. Jesús callejea por Naín para devolver vivo el hijo único muerto de una pobre viuda. Y cura ciegos, cojos, leprosos. Y cita entre los grandes milagros que los pobres son evangelizados. Callejea camino de la Cruz.

        Jesús quiere en la calle a la inmensa mayoría de los cristianos, incluso a los que se recluyen en un convento, porque su oración es una fuerte inyección para la sociedad. Desde la calle, el Papa habla de inclusión en lugar de exclusión, de cultura del encuentro en vez de su contrario, de ternura que no considera a nadie un desecho: "No se dejen robar la esperanza", decía a quienes tratan de salir de la drogodependencia. El Papa no quiere cristianos buenecitos, pero escondidos por vergüenza o comodidad.

        "Quiero lío en las diócesis, quiero que se salgan fuera... Quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos". Lo pedía a un numeroso grupo de argentinos. No se puede decir más claro. Me recuerda gozosamente al fundador del Opus Dei que repitió en multitud de ocasiones esta idea, puesto que llamaba a las gentes a santificar el mundo: "En medio del trabajo, sí; en plena casa, o en mitad de la calle, con todos los problemas que cada día surgen, unos más importantes que otros. Allí, no fuera de allí, pero con el corazón en Dios".

        Ha insistido Francisco: “Poné a Cristo” en tu vida. En estos días, Él te espera: Escúchalo con atención y su presencia entusiasmará tu corazón. “Poné a Cristo”: Él te acoge en el Sacramento del perdón, con su misericordia cura todas las heridas del pecado. No le tengas miedo a pedirle perdón, porque Él en su tanto amor nunca se cansa de perdonarnos, como un padre que nos ama. ¡Dios es pura misericordia! “Poné a Cristo”.  "Queridos jóvenes, por favor, no balconeen la vida, métanse en ella, Jesús no se quedó en el balcón, se metió, no balconeen la vida, métanse en ella como hizo Jesús".


        El final ha sido idéntico: Llevar el evangelio es llevar la fuerza de Dios para arrancar y arrasar el mal y la violencia; para destruir y demoler las barreras del egoísmo, la intolerancia y el odio; para edificar un mundo nuevo. Jesucristo cuenta con ustedes. La Iglesia cuenta con ustedes. El Papa cuenta con ustedes. Que María, Madre de Jesús y Madre nuestra, les acompañe siempre con su ternura: “Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos”. Callejeando con Cristo.

CRISTO FASCINA

Autor: Pablo Cabellos Llorente

            Es habitual, incluso entre creyentes, que pregunten dónde está Dios, al que no pueden ver en el dolor de los niños, en la miseria de los más desheredados, en las catástrofes que asolan de vez en cuando el planeta y sus gentes. ¿Dónde estaba Dios cuando descarriló el tren de Compostela? Y el interrogante no es baladí. Esos sucesos están ahí desde que el mundo es mundo. Hay muchas respuestas y todas incompletas porque el ser y el obrar de Dios no pueden caber en nuestra inteligencia, aunque algo pueda atisbar. Precisamente por eso, la fe es claridad, da luz adonde la razón humana no alcanza. Y proporciona sentido al dolor, a la miseria y a la catástrofe.

        Al aparecer la primera encíclica del Papa Francisco, los sedicentes teólogos de siempre se han marchado a la periferia,  no a la deseada por Francisco, sino a los bordes del tema, huyendo de la esencia. Precisamente el documento afirma que la teología no consiste sólo en el esfuerzo de la razón por escrutar y conocer, como sucede con las ciencias experimentales, porque Dios se reduciría a un objeto. La fe recta ha de abrirse a la luz  originaria de Dios, en lugar de volvernos en acusación contra Él, sin descartar que la razón busque entender siempre más.

        La fe es un don de Dios procedente de oír y ver al Señor. La síntesis entre los dos verbos la "hace posible la persona concreta de Jesús que se puede ver y oír". En Él, dirá san Pablo, habita la plenitud de la divinidad corporalmente. Es Cristo quien nos da razón del llanto de los niños, de las deficiencias de esta tierra, de la indigencia de los pobres, de la soledad de los ancianos... ¿Cómo podemos no entender los sufrimientos de este mundo cuando Dios se ha hecho hombre para asumirlos crucificado? ¿Cómo uno que se dice teólogo no capta la grandeza de un Dios hecho pecado por todos los errores de los hombres que, en demasiadas ocasiones, son causa de tanto dolor? ¿Acaso el pecado no es la mayor oposición a ese Dios infinitamente bueno? Seguro que durante la tragedia de Santiago, Dios estaba en la Cruz ofreciéndose por los muertos y dolientes.

         Nos puede suceder lo que describe Camino: "Ese Cristo, que tú ves, no es Jesús. —Será, en todo caso, la triste imagen que pueden formar tus ojos turbios... —Purifícate. Clarifica tu mirada con la humildad y la penitencia. Luego... no te faltarán las limpias luces del Amor. Y tendrás una visión perfecta. Tu imagen será realmente la suya: ¡El!". La encíclica del Papa Francisco trata de ayudarnos a ver a Jesús, como lo desearon aquellos que lo pidieron al apóstol Felipe.


       Con la mirada limpia, contemplaremos a Jesús hambriento y sediento, a Cristo cansado, al Dios-hombre que se apiada de lisiados, leprosos, ciegos y sordos, al que mirando trasluce amor, al que llora por el amigo muerto o se conmueve por el dolor de la viuda que camina tras el féretro del hijo, al que da comida al famélico. Y también a Jesús que fustiga la hipocresía, alaba la fe del centurión, enseña esa locura de las bienaventuranzas,  vapulea el adulterio, perdona al arrepentido y predica el amor. Un Cristo fascinante, vivo, al que se ve y se oye. No un mero objeto de  estudio.

Dios y los males de cada día

Sentimos en lo más íntimo del alma que un Dios bueno y omnipotente podría evitar crímenes, detener guerras, curar enfermedades...


Dios es bueno y es omnipotente. Así lo enseñaron algunos filósofos. Así lo creemos los católicos. A veces, sin embargo, surgen nubes en el horizonte. Incluso un pensador lanzó, hace ya muchos siglos, sus dudas: ¿cómo puede ser Dios bueno y omnipotente si en el mundo encontramos tantos males?

Si hubiera una respuesta fácil, las dudas desaparecerían. Pero el mal sigue allí, ante nosotros, y la pregunta siembra inquietudes e incluso protestas en no pocos corazones.

Sentimos en lo más íntimo del alma que un Dios bueno y omnipotente podría evitar crímenes, detener guerras, curar enfermedades, aliviar hambres endémicas, conducir los corazones hacia la paz, la concordia, el gozo, la justicia.

Luego, vemos, tocamos o recibimos noticias de cientos de males. Un nuevo conflicto armado. Unas inundaciones que provocan miles de víctimas. Un terremoto que destruye una ciudad. Un conflicto entre esposos que ha destrozado sus vidas y las de sus hijos.

Dios, ¿dónde está? Es la pregunta que lanza el afligido de todos los tiempos, que suplica y pide ayuda mientras espera una respuesta: "Yahveh, escucha mi oración, llegue hasta ti mi grito; no ocultes lejos de mí tu rostro el día de mi angustia; tiende hacia mí tu oído, ¡el día en que te invoco, presto, respóndeme!" (Sal 102,2-3).

La respuesta del Dios bueno, aunque no siempre llegamos a reconocerla, ya fue formulada y está presente en el mundo y la historia. La Encarnación del Hijo, su pasar haciendo el bien, sus milagros y sus enseñanzas, encendieron un fuego en la tierra. El Reino de Dios, desde entonces, ya está presente (cf. Mt 12,28).

Cuando las fuerzas del mal llevaron a Cristo a la muerte en el Calvario, la victoria del bien se hizo visible en el gran día de la Pascua: la tumba no pudo contener a Cristo, porque el Amor es omnipotente.

Esa es la gran respuesta de Dios ante los males de cada día. Desde la fe, que es luz para guiar nuestros pasos (cf. la encíclica "Lumen fidei"), el creyente sabe que Dios está vivo, que acompaña a quienes sufren, que perdona los pecados, y que abre horizontes de esperanza y paz para los corazones.

Autor: P. Fernando Pascual LC.


martes, 30 de julio de 2013

Los «smartphones», ¿un aliado para los ciberdelicuentes?

EUROPA PRESS / Madrid

Los teléfonos inteligentes disponen de cámaras y sistemas GPS que permiten rastrear nuestra localización. Enviamos emails, hacemos llamadas y mandamos SMS con ellos.


Uno de los problemas que acecha a todos los usuarios a la hora de conectarse a internet es la seguridad y privacidad de la información ante ataques de ciberdelincuentes en sus ordenadores. Sin embargo, los teléfonos inteligentes más avanzados del mercado también sufren estos serios problemas. Es por ello que se trabaja para dar con la herramienta perfecta para proteger al 100% los datos de ordenadores y «smartphones».
El principal problema de los dispositivos móviles es que viven en nuestros bolsos y bolsillos y que los llevamos allá donde vamos, por lo que es fácil perderlos o que nos los roben. Los «smartphones» disponen de cámaras y sistemas GPS que permiten rastrear nuestra localización. Enviamos emails, hacemos llamadas y mandamos SMS con ellos. Almacenamos gran cantidad de datos económicos e información personal y solemos visitar tiendas «online» donde nos descargamos aplicaciones desarrolladas por desconocidos.
En los dispositivos móviles, al igual que en los ordenadores tradicionales, toda esta información se puede monitorizar e incluso robar a través de «malware», recuerdan desde Kaspersky Labs. Las distintas formas de penetrar en un «smartphone» ya superan a las que se utilizan con los ordenadores. Por ejemplo, cargar la batería. Los smartphones tienen un puerto USB que nos permite cargarlo.
El cable que utilizamos, nos sirve tanto para realizar esta función como para sincronizar datos; lo que pone en peligro la información del dispositivo. Compartir el cable conectado a un ordenador que nos sirva para cargar el teléfono con un desconocido puede hacer que nuestros datos personales peligren. En un artículo publicado por el «DailyMail» el año pasado, se habla de una «app» desarrollada por el ejército de EE.UU.
Esta aplicación encendía la cámara del teléfono móvil para, posteriormente sacar y enviar imágenes y vídeos a los desarrolladores de la «app». Además, el software podía utilizar las imágenes para crear mapas del lugar. Estas funciones permiten al cibercriminal espiar a sus víctimas y reunir información para un posible robo.
Existen también programas maliciosos que encienden los micrófonos de los «smartphones», y activan GPS y localización, lo que convierte al dispositivo en una herramienta de vigilancia. Un «malware» instalado en el teléfono puede grabar todas las comunicaciones del dispositivo, leer los emails o conseguir credenciales bancarias.
Por ejemplo: podría acceder a una cuenta bancaria, dependiendo de la entidad y el portal, cambiar la contraseña, transferir todo el dinero a otra cuenta o incluso cambiar la dirección de email asociada a la cuenta y enviar una copia de la tarjeta de crédito. O incluso, al pinchar en un link de «phishing» que facilitan que alguien pueda robar los datos. Hay otras opciones, algunas bastante inverosímiles, pero en las que los cibercriminales ya han pensado.
A medida que los sistemas operativos avanzan, las empresas tecnológicas introducen mejores controles de seguridad, por ejemplo, las funciones de Apple, «buscar mi iPhone», o «Activation Lock». La mayoría de los dispositivos permiten al usuario borrar los datos de su teléfono de forma remota en caso de emergencia. Los riesgos cada vez son mayores, sin embargo aún no todos los usuarios cuentan con una solución de seguridad o protegen sus contraseñas, implementan todas las funciones de seguridad que ofrecen los sistemas operativos ni se mantienen al día sobre las últimas amenazas online. Para ello, se recomienda ser precavido o cifrar la información almacenada y hacer diferentes copias de seguridad.

El FBI libera a 105 niños explotados sexualmente en una red en EEUU

El día 23 de junio publicaba yo en este mimo blog el artículo de D. Carlos Pajuelo, Psicologo y que se titulaba: “«En el caso de abusos el enemigo está cerca, suele ser conocido»

Fíjense la importancia del citado artículo, lean la noticia que le pongo a continuación.

Pablo Pardo | Washington

A los 15 años, Tracy se fue de casa. Tras una temporada viviendo con una amiga, descubrió que la única forma en que podía sobrevivir era ejerciendo la prostitución. Tracy, que ahora tiene 18 años, es uno de los 2.700 menores que han sido rescatados de la prostitución infantil por el FBI desde 2001. Pero los esfuerzos de la policía estadounidense han entrado en una nueva fase este fin de semana, con el arresto de 150 proxenetas, clientes y personas involucradas en prostitución infantil, y la liberación de 105 menores. El menor de ellos tenía 9 años, según la agencia de noticias Reuters.
La operación 'Cross Country' ('Por todo el país') ha durado tres días y ha involucrado a 3.900 agentes del FBI (que es la policía que actúa en todo EEUU) y de las fuerzas de seguridad de los estados y municipios. En total, 290 organismos públicos han tomado parte en la operación, que abarcó 47 ciudades.
John Ryan, portavoz del Centro Nacional de Menores Desaparecidos y Explotados, que ha participado en la operación junto con el FBI, ha asegurado que la mayoría de los niños estaban encerrados en casas donde nadie cuidaba de ellos y donde se producían los abusos.
Con todo, esta operación no es más que una gota de agua en el océano de un submundo que crece de forma imparable. Se estima que cada año entran en el mundo de la prostitución 100.000 menores en EEUU. La cadena de hoteles californiana Wydman Worldwide ha llegado al extremo de tener que dar formación específica a sus empleados para que detecten los casos de prostitución infantil en sus establecimientos.

El consejo de Cristo a Marta

Cristo le enseña a construir el presente mirando a la eternidad, pues así aprenderá el verdadero valor de las cosas. 
¿Cuál es el sentido de la vida humana? 

Es ésta una pregunta que todos nos hacemos cuando vemos que no podemos lograr todo lo que queremos, cuando vemos que muere una persona en el inicio mismo de su vida, cuando contemplamos el sufrimiento de tantos seres humanos por culpa del egoísmo de los hombres, cuando vemos la desesperación de tantas personas ante el sufrimiento propio o de un ser querido. Y la realidad es que no podemos aceptar que todo se reduzca a nacer, vivir si es que se puede llamar vivir a muchas vidas, para terminar en la nada. El ser humano debe tener un fin más allá de las cosas que hace o que ve.

Marta representa para nosotros una forma de vivir. Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. Impresiona el cariño de Jesús por aquella mujer que se desvivía por atenderle y procurarle bienestar. El hecho de repetir dos veces su nombre es señal de cariño, de ternura y de reconocimiento a su labor. Pero Jesús quiere prevenirla contra un gran escollo de la vida: el vivir sin más, el irse tragando los días sin ver en el horizonte, el hacer muchas cosas, pero no preocuparse de lo más importante.

Marta es el símbolo de una humanidad que ha dado prioridad al hacer o al tener sobre el ser, a la eficacia sobre lo importante, a la inmanencia sobre la trascendencia. Marta somos cada uno de nosotros cuando en el día al día decimos: "no tengo tiempo para rezar, no tengo tiempo para formarme, no tengo tiempo para pensar, no tengo tiempo para Dios". Basta asomarse a la calle y a las casas para ver cuánto se hace, cómo se corre, cómo se vive. Pareciera que estamos construyendo la ciudad terrena o que hubiera que terminar cada día algo que mañana hay que volver a empezar.

El consejo de Cristo a Marta, santa después al fin y al cabo, está lleno de afecto, de afecto del bueno. La invita a tomarse la vida de otra forma, a respirar, a vivir serenamente, a preocuparse más de las cosas del espíritu. Ahí va a encontrar la paz y la tranquilidad. Le enseña a construir el presente mirando a la eternidad, pues así aprenderá el verdadero valor de las cosas. 

Sin duda, Marta aprendió aquella lección y, sin dejar de ser la mujer activa y dinámica que era, en adelante su corazón se aficionó más a lo verdaderamente importante. Marta, por medio de Cristo, había comprendido que la vida tiene un sentido, que el fin del hombre está por encima de las cosas cotidianas.


Autor: P. Juan J. Ferrán, L.C.

lunes, 29 de julio de 2013

¿Cómo proteger un poco más nuestros datos 'online'?


Carlos Betriu | Boston
"¡Oh, esta web parece maja! A ver… voy a crearme una cuenta para curiosear un poco de qué va. Ah mira, para móvil y todo. Es de pago, va... por un euro no pasará nada. Que pesados con los formularios... ¡Buf! ¿Por qué me piden el número de móvil? Hala, descargando... ¡Listos!"
Mientras, en algún lugar recóndito, alguien se frota las manos con esos datos personales entregados voluntaria y hasta alegremente. No pasaría nada si se quedaran sólo en los dominios de la empresa o servicios que hemos solicitado. Ahora bien, ¿qué harán realmente con ellos? ¿Quedarán cerrados a cal y canto en un creativo Excel? ¿Los perderán? ¿Los robarán? ¿Los pasarán a más empresas de su grupo? ¿Los venderán al mejor postor en un mercado secundario?
Y si no, ¿por qué todo el mundo recibe tanta basura en la carpeta 'spam'? Sin duda, algo pasa con los datos personales de millones de usuarios y su mercadeo, para el beneficio de empresas o intereses de los gobiernos. Seguro que si la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU llama a la puerta de casa, poco se puede hacer para esconder los datos personales. Sin embargo, es posible ponérselo más complicado. O bien uno se puede armar con filtros contra intrusos o contra empresas sedientas de nuestros datos personales.
En los pasillos del MIT hace tiempo que trabajan con la protección de datos personales en Internet. El fenómeno ha cobrado mucha relevancia, además, tras las revelaciones de Edward Snowden y la cucharada que metió el Gobierno estadounidense en los datos personales de los ciudadanos.
Uno de los últimos desarrollos que han despertado el interés del reputado instituto consiste en una herramienta 'online', llamada MaskMe, que permite al usuario esconder sus datos personales en cualquier gestión online.
Por ejemplo, si uno se de alta en un formulario que pide la cuenta de correo electrónico, ya no tiene por qué facilitarla. MaskMe crea un correo alias (del estilo 98989sj989@gfhf.com) que irá a parar a la empresa o servicio que he solicitado. Así, tendrá los datos del alias pero nunca los personales. La empresa se pensará que el usuario nuevo es el alias y nos dirá "Hola, 98989sj989@gfhf.com! Gracias por tu interés".
Además, toda comunicación que envíe la empresa o servicio solicitado llegará al correo personal pero siempre rebotada desde MaskMe. Dichos correos tendrán la confirmación de envío vía MaskMe y un enlace para borrarse del servicio en caso de que el cliente aburra con correos sucesivos.
Por último, MaskMe incluye un panel de control con todos los servicios a los que uno se haya dado de alta y permite darse de baja desde la herramienta.
Se da el caso que MaskMe asigna un alias distinto para cada una de los servicios o productos solicitados. Esto es muy útil a la hora de saber qué empresas han vendido los datos a terceras personas, puesto que podemos reconocer qué mensajes de Spam se envían con un alias u otro.
MaskMe es una extensión gratuita para Chrome o Firefox y únicamente se activa  al navegar por un formulario. La herramienta es gratuita para alias de correo electrónico. Por 5 dólares al mes se puede acceder a la misma mecánica para compras 'online' -de modo que oculta el número treal de la tarjeta de crédito- o con números de teléfono alias. Asimismo, MaskMe existe como aplicación móvil para Android y iOS.
Desde el Blog de Abine,  la compañía creadora de MaskMe sentencian: "Las empresas quieren conocer desesperadamente nuestro yo real para sacar tajada. ¿Pero porqué darles a conocer nuestros datos? Si das a conocer tu verdadera información online, no hay beneficio alguno para ti, usuario". Además, aseguran que trabajan para "trasladar el poder de la Red hacia el usuario que es a quien le debe pertenecer".
Enlace articulo original:

http://www.elmundo.es/elmundo/2013/07/27/navegante/1374916658.html

La hipótesis del sabotaje en el descarrilamiento del tren de Santiago se refuerza en las últimas horas


Cuando el sistema pretende diluir su responsabilidad en el descarrilamiento del tren de Santiago para endosársela exclusivamente al maquinista, ofrecemos las inquietantes imágenes de una persona que se aproximó a la zona 0 momentos antes del accidente.
En el video, que mostramos a los lectores y que ningún otro medio ha reproducido, se observa cómo un desconocido baja hasta el lugar de la tragedia segundos antes del paso del tren. ¿Por qué un dato de tan extraordinario interés informativo está siendo ocultado a la opinión pública? ¿Casualidad o sabotaje? Pese a que la imagen ya circula en las redes sociales, los medios informativos no han ofrecido este dato, que podría arrojar luz a unos hechos que, conforme pasan las horas, parecen menos claros.
ASFA digital
Pero no es la única duda que rodea al extraño ‘accidente’. Uno de los asesores de Alerta Digital en asuntos relacionados con la seguridad nacional y coronel de Estado Mayor, pone el acento en una cuestión no menos trascendental: “El tren tenía Asfa digital de última generación. Este sistema interviene automáticamente mediante balizas (sensores) instalados en la vía y otros en el tren. La primera baliza instalada en la vía previa al punto conflictivo avisa, la segunda para el tren de no haberse corregido la causa. Pero el ASFA no ha funcionado y eran dos los maquinistas, no hay lugar a que uno no quisiera o no pudiera hacer caso a sus advertencias, como tampoco para que no se detuviera automáticamente el tren”.
A continuación, se pregunta: “¿Falta de mantenimiento o sabotaje? Porque, además, explosión, o explosiones, el movimiento del primer vagón previo a la explosión del vídeo tiene que tener un origen, que no ‘chispazos de la catenaria’, las hubo”.
Y apuntala nuestro experto: “¡Qué casualidad que este maquinista; aunque insisto, eran dos los que no obedecieron al ASFA Digital, de perfil irresponsable tan público y acusado, estuviera de servicio la víspera del día de Santiago! ¡Qué casualidad que ocurriera a 3 km de Santiago! ¡Qué casualidad que nadie hable de las explosiones que, curiosamente, recoge una cámara!”.
Estas imágenes, que fueron rápidamente censuradas presumiblemente por ADIF, fueron posteriormente colgadas en la red. ¿Tal vez por alguien de Adif?

Distráiganlos durante todo el día...

Tenemos muy poco tiempo para Dios, la familia, o para hablar a otros del amor de Jesús. 


Creer en el bien implica también creer en el mal. Creer en el Cielo involucra ineludiblemente creer en el infierno también. Esto es una verdad Bíblicamente revelada. ¿Pero cómo actúa el mal sobre nosotros?.

En este cuento que reproducimos, tenemos graficadas muchas de las trampas que el mundo nos hace a diario para alejarnos de Dios. Leerlo es encontrar consuelo y explicaciones a muchas de nuestras angustias y culpas. Pero debe servír para estar más fuerte al enfrentar los engaños a los que nos vemos sometidos en forma permanente.

El cuento dice así:

Satanás llamó a una convención mundial de demonios. En su alocución de apertura dijo: 

"No podemos evitar que los cristianos concurran a la Iglesia. No podemos evitar que lean sus Biblias y conozcan la verdad. Tampoco podemos evitar que se entreguen a una intima relación con su Salvador. Cuando llegan a esa situación con Jesús, nuestro poder sobre ellos se rompe. Así que, dejémosles concurrir a sus Iglesias, dejémosles tener sus reuniones sociales y cenas, pero robémosles el tiempo, así no tendrán oportunidad de desarrollar una relación con Jesucristo".

Esto es lo que quiero que hagan: "Distráiganlos durante todo el día".

¿Cómo haremos esto?, gritaron los demonios.

"Manténganlos ocupados en trivialidades de la vida e inventen innumerables cuestiones para ocupar sus mentes".

"Tiéntenlos a gastar, gastar, gastar, y pedir, pedir, pedir prestado. Persuadan a sus esposas a salir a trabajar por largas horas y a los maridos a trabajar 6 o 7 días cada semana, 10 a 12 horas diarias; así ellos podrán mantener ese estilo vacío de vida".

"Eviten que pasen tiempo con sus hijos. Como su familia se fragmentará, pronto sus hogares no encontrarán salida a las presiones del trabajo".

"Sobre estimulen sus mentes, así ellos no podrán oír aquella voz calma y suave". 

"Tiéntenlos a escuchar mucho la radio, CD o casettes cuando conducen sus automóviles. Mantengan continuamente sus TV, sus grabadoras, sus CD y sus computadoras encendidas en sus hogares".

"Asegúrense que cada negocio y restaurante en el mundo pase constantemente música popular; ello contribuirá a llenar sus mentes y romper su unión con Cristo". 

"Llenen las mesas con revistas y diarios de actualidad. Repiqueteen en sus mentes con noticias mundiales así 24 horas al día. Invadan las rutas con carteles publicitarios. Inunden sus buzones con envíos postales inútiles, catálogos, publicidades y toda clase de propaganda y promoción ofreciendo productos gratis, servicios y falsas esperanzas. Presenten hermosas y delgadas modelos en revistas, películas y TV, así los esposos creerán que la belleza exterior es lo importante, y quedarán insatisfechos con sus esposas." 

"Mantengan a las esposas muy cansadas para amar a sus maridos a la noche. Denles dolores de cabeza, también. Si no les dan a los esposos el amor que ellos necesitan, ellos comenzarán a buscarlo afuera. Esto fragmentará la familia rápidamente".

"Denles un Santa Claus para distraer a sus hijos de la enseñanza del verdadero significado de Navidad. Denles un conejito de Pascuas para no hablar de su resurrección y su poder sobre el pecado y la muerte. Aún en sus recreaciones, que lo realicen en exceso. Hagan que al regreso de sus recreaciones estén exhaustos. Logren que estén tan ocupados que no puedan ir a observar la naturaleza y el reflejo de Dios en la Creación. Envíenlos a los parques de diversiones, eventos deportivos, juegos, conciertos, y cines, en su reemplazo. Manténganlos ocupados, ocupados, ocupados".

"Y cuando se reúnan para una reunión espiritual, procuren que estén atentos a chismes y habladurías para que concluyan con conciencias preocupadas". 

"Llenen sus vidas con muchas cosas triviales de tal modo que no les quede tiempo para la Palabra o buscar el poder de Jesús. Pronto ellos estarán trabajando en su propia fuerza, sacrificando su salud y su familia."

¿Esto funcionará?. Era realmente un gran plan!.

Los demonios se fueron ansiosos a sus puestos asignados procurando que los cristianos en todos lados estuvieran más ocupados y apurados, yendo de aquí para allá, teniendo muy poco tiempo para su Dios o sus familias o para hablarles a otros del poder de Jesús.

¿Tuvo el diablo éxito en su planteo?. ¡Tú eres el juez!.

Tu visión se volverá más clara sólo cuando puedas ver dentro de tu corazón.


Autor: Oscar Schmidt.

domingo, 28 de julio de 2013

¿PUEDE SER GRATIS EL MATAR A UNA PERSONA? ¡¡ QUE PAÍS !!

El Gobierno no anulará el indulto al kamikaze de Valencia: 'Es irrevocable'
  • El Ejecutivo central responde así una presunta del diputado Gaspar Llamazares
  • Asegura que la medida no se puede revocar de acuerdo con la legalidad vigente
Efe | Madrid
El Gobierno no va anular el indulto al conductor kamikaze condenado a trece años de prisión por la muerte de un joven en la autopista AP-7 Polinyà del Xúquer (Valencia) en 2003, al tratarse de una medida "irrevocable" de acuerdo con la legalidad vigente.
De esta manera responde a una pregunta escrita formulada por el diputado de IU Gaspar Llamazares sobre la revisión de un indulto a un kamikaze "con estrechas relaciones familiares con cargos públicos del partido del Gobierno".
El Ejecutivo, que tramita unas 7.000 peticiones de indulto al año, adoptó esta medida de gracia en diciembre de 2012 basándose en "la información penitenciaria, personal y familiar del condenado".
En la respuesta a IU, el Gobierno señala que "desconocía por completo cualquier tipo de relación familiar de las que se mencionan en la pregunta", ya que estos asuntos no constan en un expediente de indulto, que se limita a contener información objetiva sobre la sentencia, hechos e informes relacionados con la petición de gracia.
Varios kilómetros en sentido contrario
Además, agrega el Ejecutivo, en el expediente del indulto, no figura el despacho de abogados que ejerce la defensa, el bufete Uría Menéndez, en el que trabaja uno de los hijos del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
Los hechos sucedieron la tarde del 1 de diciembre de 2003, cuando el kamikaze ahora indultado conducía su vehículo por la autopista AP-7 en dirección Alicante y, tras protagonizar varios incidentes con otros vehículos, efectuó un cambio de sentido y circuló varios kilómetros en sentido contrario.
Finalmente colisionó frontalmente con un turismo en el que viajaba José Alfredo Dolz, de 25 años, y su pareja, de 21. Como consecuencia del impacto, el chico falleció debido a un traumatismo craneoencefálico severo, mientras que su acompañante sufrió contusiones, fracturas y heridas que le han dejado secuelas.


ESPECIAL THE SHADOWS
















Alvia: ¿sabremos el porqué?

Pasan los siglos y ni idea sobre el 11-M, o quién estuvo detrás de lo de JFK, Carrero o Tutankhamon.

·         Tenemos 70, 80 muertos; decenas de heridos; un convoy tronchado y disperso como un enorme gusano blanco; una tragedia nacional. Sabemos el terrible qué, y hasta el estremecedor cómo, pero nos quedamos sin saber el porqué. Como siempre.

Y como siempre hacemos ensalada de factores. El factor humano (la responsabilidad del maquinista y el exceso de velocidad), el factor técnico (que si el sistema de seguridad, que si las balizas, que si el frenado automático). Metemos en la turmix los factores y creemos que así saldrá destilada la verdad. Pero lo que salen son nuevos factores, como el político: las infraestructuras, las prisas por instalar la Alta Velocidad en Galicia. Y nuevas incógnitas, y nuevas ensaladas (la de las responsabilidades).

Tenemos más medios, y más sofisticados, para indagar en los sucesos que nos desbordan. Pero tampoco alcanzamos más verdades que en tiempos remotos, cuando no teníamos tantos y tan sofisticados medios. El anterior gran accidente ferroviario fue el de Torre del Bierzo, de 1944. Pero 78 años después seguimos sin saber lo que pasó: la cifra oficial era de 78 muertos, pero el número de desaparecidos era de 500.

Ha pasado un siglo y aún estamos discutiendo si lo del Titanic fueron galgos o podencos; ha pasado una eternidad, una sentencia y millones de acaloradas tertulias y seguimos sin saber si el 11-M fue ideado o no en “desiertos no tan remotos” –como decía Aznar–; ha pasado la Historia entera y aún nos estamos preguntando si Tutankhamon, el faraón niño, murió de malaria o asesinado por su gran visir.

¿Y qué me dicen los magnicidios? Una pistola humeante, un ejecutor material –el típico desequilibrado que busca un minuto de fama antes de desfilar hacia el patíbulo–, pero ¿y el cerebro?. Silencio. Pasó con Lincoln y el actor fracasado John Wilkes Booth; JFK y el conspiranoico Lee Oswald, asesinado a su vez por otro motivado, Jack Ruby. Pasó con Eduardo Dato, Canalejas, y Cánovas ¿o nos conformamos con que detrás estaba el anarquismo?

Han pasado 140 años del atentado de la calle del Turco y es ahora cuando una comisión concluye que el general Prim fue estrangulado y suplantado por sus asesinos. Tendrá que pasar otro siglo para que sepamos si ETA fue la única responsable de la muerte de Carrero Blanco o si iba de causa segunda manejada por una causa primera (¿la CIA?). Una nota de la embajada americana desclasificada en 2008 decía: “El mejor resultado que puede surgir... sería que Carrero desaparezca de escena, con posible sustitución por el general Díez Alegría”.

Es lo que tienen las grandes catástrofes, las grandes tragedias, los grandes atentados. A toro pasado, se desclasifica un papel y te obliga a reescribir la Historia. Pero nunca sabes si después vendrá otro dato que ira borrando lo anterior, como en un palimpsesto sin fin. 



María, la Virgen alegre

A María le faltaron muchas cosas durante su vida: riquezas, honores, fama, y no por eso disminuyó la plenitud de su alegría. 


En las letanías lauretanas invocamos a María como "causa de nuestra alegría". Y es lógico preguntarse ¿cómo va a causar en otros algo que Ella misma no tiene en abundancia? Nadie da lo que no posee. Si María puede ser la causa de nuestra la alegría es porque Ella misma no cabía en sí de felicidad. Rebosaba alegría y la contagiaba por doquier.

Es sabido que la sonrisa sincera es manifestación de la felicidad de una persona. Estoy seguro de que en el rostro de María era habitual ver dibujada una de esas sonrisas perennes. Verla sonreír es palpar la satisfacción y el gozo de que rebosaba su alma.

¡Qué sonrisa luciría la Virgen! Sonrisa delicada y amable en su trato con el prójimo, con los cercanos y lejanos, con los simpáticos y antipáticos; con todos. Sonrisa agradecida para con los pastores de Belén, los Magos de Oriente, y todo el que le hizo algún bien por pequeño e insignificante que haya sido. Sonrisa comprensiva y misericordiosa ante aquel buen posadero que no pudo ofrecerles un lugar apropiado en su posada; y también ante las incomprensiones, las calumnias y molestias recibidas de tantos otros. Sonrisa admirativa ante las maravillas incompresibles que Dios obró en su vida y que rodearon la de su Hijo.

Sonrisa indulgente cuando el pequeño Jesús le hacía alguna de sus travesuras inocentes; o cuando intuía que José y el niño, confabulados, le querían gastar una broma. Sonrisa curativa de las angustias de José cuando el trabajo no iba bien y llegaba a casa sin sestercios suficientes. Sonrisa generosa ante el desconsuelo de los marginados y necesitados que acudían a Ella cuando ya sólo podía ofrecerles lo que era necesario en casa, acompañado de su sonrisa. Sonrisa pícara y confiada de María, al decirles en Caná a los criados: "haced lo que Él os diga...", sabiendo que Jesús no parecía estar muy de acuerdo en adelantar su hora... Sonrisa festiva en momentos grandes e importantes como al presenciar el nacimiento de Juan el Bautista, o al celebrar cada cumpleaños de Jesús y de José, o al abrazar a Jesús, entre lágrimas de alegría, aquella mañana espléndida del domingo de resurrección.

También sonrisa sufrida tantas veces, pero al cabo sonrisa, en los momentos de prueba y dolor. Sonrisa siempre y sonrisa en todo. Sonrisa eterna de María.

Pero ¿de dónde le brotaba a María tan exuberante felicidad? ¿Qué producía en Ella semejante manantial de dicha? "¿Cuál es la fuente misteriosa, oculta de tal alegría?", se preguntaba Juan Pablo II. La respuesta no pudo ser otra: "Es Jesús, al que Ella ha concebido por obra del Espíritu Santo". Uno sólo es el origen, una sola la fuente: Jesús, Dios. María se sabía con Él y Él copaba su ser entero, impregnándolo de gozo hasta los tuétanos. Estaba llena de gracia, llena de Dios y por tanto, llena de la más auténtica y genuina felicidad. Toda esa alegría hecha sonrisa en su rostro no era más que una leve manifestación al exterior del volcán en ebullición que la presencia de Dios producía dentro de su corazón.

Fray Pedro de Pradilla escribió estos versos sobre María: "En la Virgen con tal arte / usó Dios de su primor, / que lo más en lo menor, / y el todo encerró en la parte". La alegría de la Virgen es grande como Ella y más grande que Ella, pues el todo de alegría que es Dios quiso encerrarse dentro de Ella.

A María le faltaron muchas cosas durante su vida: riquezas, honores, fama, placeres corporales; y no por eso disminuyó ni una pizca la plenitud de su alegría. Porque tenía a Dios y para Ella tener a Dios era su riqueza, su honor y su más intenso placer. Supo convivir alegremente con todas esas privaciones.

María tuvo que pasar por muchos calvarios íntimos y muy amargos; y en ninguno de ellos se opacó el brillo de su dicha. Porque en Dios tuvo siempre un consuelo infalible y en Él se apoyó siempre como fortaleza indestructible. Fue capaz de hacer lo que pocos hombres consiguen: sufrir con alegría.

La vida de María estuvo sembrada de manifestaciones de la voluntad de Dios sumamente incompresibles y difíciles de aceptar. Viajar a Belén en tan delicado estado. Dar a luz a su Hijo en una cueva-establo y reclinarlo en un pesebre. Huir a Egipto. Aceptar que una espada atravesara su alma. Sufrir la soledad después de tal compañía. Padecer en su alma con su Hijo su pasión y muerte. Y en cada una de estas circunstancias obedeció no con mera resignación, sino con la alegría propia de quien ama y cree y confía en Dios.

Qué difícil nos resulta a nosotros sonreír cuando nos asaltan tan leves motivos para llorar o estar tristes. Qué imposible nos resulta a veces aceptar con alegría interior las pequeñas cruces y sufrimientos que Dios permite en nuestras vidas. Qué pocos hay entre nosotros que sepan encajar con ánimo alegre todas las privaciones, del tipo que sean, que vienen a ¿despintar? nuestra existencia. ¿No será que nos falta lo fundamental para ser felices que es Dios? O es que quizá Dios no lo es todo para nosotros. Lo tenemos arrinconado en el alma. Ya no le damos tanta importancia como a otras muchas cosas. Y ¿por qué esas otras cosas no nos hacen dichosos? ¿No será que los verdaderos motivos de nuestra felicidad son caducos, pasajeros e inconsistentes y no poseemos un fundamento indestructible donde apoyarla?

El secreto de la alegría perenne de la Santísima Virgen es el secreto de la felicidad de todo hombre. María fue feliz porque tenía a Dios y lo amaba en el cumplimiento fiel de su voluntad sobre Ella. No hay otro camino.


Autor: P. Marcelino de Andrés.

sábado, 27 de julio de 2013

Un Vía Crucis contra la corrupción

El Santo Padre habló a los peregrinos que llenaban la playa de Copacabana

Darío Menor Enviado especial a Río de Janeiro (Brasil). 
La Jornada Mundial de Juventud (JMJ) de Río de Janeiro vivió ayer uno de sus grandes momentos con el Vía Crucis que se celebró en el paseo marítimo de Copacabana frente a una de las playas más evocadoras del Planeta. Más de un millón de peregrinos llegados de todo el orbe católico participaron en esta ceremonia que recordaba el sufrimiento de Jesucristo manifestado en los grandes problemas que afrontan los jóvenes en la sociedad contemporánea.
En su discurso, Francisco dio ánimos a la juventud para que se atreva a soñar con un porvenir mejor, teniendo la seguridad de que Cristo está a su lado. «Jesús se une a tantos jóvenes que han perdido su confianza en las instituciones políticas porque ven egoísmo y corrupción», dijo, haciendo referencia a la ola de indignación contra las estructuras del poder que se ha desatado en los últimos años, haciendo temblar las calles y plazas de Madrid, Nueva York o Río de Janeiro, entre otras ciudades. La crítica de Francisco no sólo fue de puertas afuera. También lamentó que los jóvenes «hayan pedido su fe en la Iglesia, en incluso en Dios», debido a la «incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio».
Como podía esperarse, el Obispo de Roma centró su alocución en la Cruz, símbolo del sufrimiento de Cristo y de los males que condenan a los jóvenes de hoy a la exclusión, víctimas de esa «cultura del descarte» a la que se ha referido ya en varias ocasiones en estos días de la JMJ. Comentó que al portar la Cruz sobre sus espaldas, Jesucristo «recorre nuestras calles para cargar con nuestros miedos, nuestros problemas, nuestros sufrimientos, también los más profundos». Con ella, se une al «silencio de las víctimas de la violencia, que no pueden ya gritar, sobre todo los inocentes y los indefensos».
La Cruz simboliza a las «familias que se encuentran en dificultad, que lloran la pérdida de sus hijos o sufren al verlos víctimas de paraísos artificiales como la droga». También a quienes padecen el hambre en un mundo donde «cada día se tiran toneladas de alimentos» y a los que son «perseguidos por su religión», por sus ideas o sufren el racismo. En la Cruz de Cristo, culminó Francisco, está el «sufrimiento, el pecado del hombre, también el nuestro», pero también el ánimo de que Dios «acoge todo con los brazos abiertos», carga con «nuestras cruces» y nos anima para seguir adelante cada día.
Las 14 estaciones del Vía Crucis, ligadas a las preguntas existenciales que se hacen los jóvenes, se interpretaron de manera simultánea frente al escenario de Copacabana en cuyo podio central estaba sentado el Papa y en distintos puntos del paseo marítimo. Participaron en las representaciones más de 280 artistas provenientes de seis países diferentes, una pequeña muestra de la internacionalidad que se respiraba en el público. La iconografía de las distintas estaciones recordaba en algunos momentos a la Semana Santa española, pues Ulysses Cruz, director artístico de la representación, se inspiró en las procesiones del siglo XVI para retratar algunas de las grandes cuestiones que preocupan a los jóvenes, como las drogas, las enfermedades, las redes sociales, la fe, la defensa de la vida, la cárcel o el trabajo. Todas las estaciones estaban ambientadas en la antigua Jerusalén.
Francisco también trató de responder a algunos de estos temas durante su alocución. Tras preguntarse sobre lo que la Cruz dejaba para cada persona, contestó: «Un bien que nadie más nos puede dar: la certeza del amor indefectible de Dios por nosotros». Ahondó en esta cuestión diciendo que este amor «entra en nuestro pecado y lo perdona, entra en nuestro sufrimiento y nos da fuerza para sobrellevarlo, entra también en la muerte para vencerla y salvarnos». En la Cruz está «todo el amor de Dios, su inmensa misericordia». De ese amor uno se puede fiar sin miedo, destacó, invitando a continuación a los jóvenes a que «confiaran totalmente en Jesús». Sea cual sea nuestro sufrimiento, nuestra carga, nuestra cruz, no resulta nunca demasiado pesada para que «el Señor no la comparta con nosotros». Francisco dijo estas palabras bien acompañado, pues en el palco levantado en Copacabana estaba acompañado por 1500 personas, entre las que había un buen número de minusválidos.
Acabó Francisco su alocución hablando de amor. Dijo que la Cruz nos invita a «dejarnos contagiar por este amor» y nos enseña a mirar siempre al prójimo «con misericordia» y cariño, especialmente a los que sufren, tienen «necesidad de ayuda» o esperan «una palabra, un gesto» o que «salgamos de nosotros mismos» para acudir a su encuentro y tenderles la mano. Recordando las distintas personas que acompañan a Jesucristo durante su subida al Calvario (Pilato, el Cireneo, María, las mujeres...), el Pontífice invitó a los jóvenes a que reflexionaran sobre a quién estaban emulando ellos con sus propias vidas. «También nosotros podemos ser para los demás como Pilato, que no tiene valentía de ir contracorriente para salvar la vida de Jesús y se lava las manos». O se puede ser en cambio como «el Cireneo», que ayudó a Cristo a llevar la Cruz, o como María y las otras mujeres, que «no tienen miedo» de acompañarle hasta el final. «Y tú, ¿como quién eres?».