viernes, 16 de agosto de 2013

Decretan libertad con cargos para el exdirector salesiano acusado de maltrato

«Estoy cansado» fueron las únicas palabras del sacerdote, que dirigió el colegio de Badajoz hasta 2011, al salir de Puerto II después de 26 días en prisión preventiva.

F. Javier L. Luna ayer con la bolsa de sus pertenencias. :: A. VÁZQUEZ
SILVIA TUBIO | CÁDIZ.

No ha llegado a cumplir un mes en la prisión como preso preventivo. El exdirector del colegio Salesianos de Cádiz, Javier López Luna, que fue director en Badajoz de 2006 a 2011, salió ayer en libertad con cargos de la cárcel de Puerto II. Abandonó el recinto penitenciario sobre las 17.30 horas.
Por la mañana, el juez que instruye el caso por supuestos abusos físicos a alumnos del centro, el titular nº 2 de Cádiz, dictó un auto que modificaba las medidas cautelares que fijó hace 27 días para el imputado. Así decretaba la puesta en libertad con cargos del sacerdote, que no ha tenido que abonar ninguna fianza para abandonar la cárcel. Este cambio era esperado después de que el magistrado instructor ordenara la reclusión para salvaguardar los testimonios de posibles víctimas y testigos que aún no habían prestado manifestación, entre los que se incluyen, al menos, dos alumnos de Badajoz.
Concluida esa fase de la investigación y recabados todos los testimonios, se preveía que el instructor atendiera al recurso planteado por la defensa de Javier López Luna, que nada más producirse su ingreso en prisión, pidió que saliera en libertad al carecer de antecedentes.
Además de modificar las medidas cautelares impuestas al religioso, también comunicó a las partes personadas en el procedimiento que se levanta el secreto de sumario.
A partir de ahora, tanto las acusaciones como la defensa tendrán acceso a las diligencias que han elaborado los funcionarios del Servicio de Atención Familiar (SAF) de la Comisaría provincial y en las que se recogen las declaraciones de las supuestas víctimas.
A las puertas de la prisión tan sólo le esperaba el inspector de Salesianos, Francisco Ruiz Millán, que ejerce de responsable de la congregación en la zona de Andalucía y Extremadura. El superior, antes de que saliera López Luna, dijo a los periodistas que «nuestra postura sigue siendo la del respeto absoluto a la Justicia y a la presunción de inocencia. Ya hemos tenido algún precedente en el que finalmente la persona fue declarada inocente. Por eso se debe ser muy prudente».
El superior se fundió en un abrazo con «Javi» -como lo llaman tanto compañeros como alumnos- cuando salió de la prisión cargando una bolsa grande donde guardaba sus pertenencias. Tan sólo declaró: «Estoy cansado» a preguntas de los periodistas. Cuando iba a subirse en el coche de su superior, desde otro turismo estacionado en el aparcamiento salieron varios jóvenes, que a gritos le expresaron su apoyo.
Se va a Sevilla
El sacerdote se marchará a Sevilla, alejado del núcleo del proceso judicial, según confirmó el inspector de la congregación quien confía que el inicio del curso en el centro educativo no sea complicado ante la división que ha suscitado el caso entre los padres denunciantes y aquellos que defienden la gestión del sacerdote ahora imputado: «Por eso se ha elegido a una persona -en referencia al nuevo director Juan Carlos Pérez Godoy- que conoce bien ese colegio y tiene una gran capacidad para aglutinar».
López Luna fue detenido el pasado 16 de julio después de que la madre de un alumno denunciara en Comisaría que su hijo habría sido víctima de agresiones físicas. A partir de ahí, la Policía interrogó al resto de compañeros y alumnos del centro y otros 13 confirmaron ese primer testimonio incriminatorio. Ruiz Millán insistía ayer que sólo se había formulado una denuncia, pero que existían declaraciones que ratificaban y también negaban lo que había expresado el primer menor.
La Policía Nacional envió a dos agentes a Badajoz para rastrear en el antiguo alumnado de López Luna, que dirigió el centro Salesiano de la capital pacense, por si existían más presuntas víctimas. Desde la congregación aseguran que nunca les comunicaron quejas sobre el comportamiento del sacerdote.

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