martes, 25 de febrero de 2014

Economía primero; soberanismo y corrupción después

  • Rajoy destacará que España 'ha superado la situación de extrema gravedad'
  • Dibujará los rasgos de una reforma fiscal que beneficiará a familias y discapacitados
  • La oposición incidirá en: paro y recortes, el inmovilismo con Cataluña y la corrupción del PP
  • Los 'populares' harán ostentación de poder con la presencia de diez barones en el pleno
MARISA CRUZ Madrid

A las 12.00 en punto Mariano Rajoy subirá a la tribuna del Congresopara afrontar como presidente del Gobierno su segundo Debate sobre el estado de la Nación. Los ejes por los que discurrirá su intervención inicial, sin límite de tiempo, están claros. La economía será su principal baza, no en vano a ella se ha dedicado prácticamente en los dos años que han transcurrido ya de legislatura. La clave de su discurso girará en torno a la idea de que España ha conseguido superar ya la situación de "extrema gravedad" en que se encontraba cuando el PP llegó al Gobierno, destacará la gestión reformista del Ejecutivo, reconocerá el esfuerzo realizado por los españoles, admitirá que los progresos aún no son plenamente satisfactorios e intentará abrir un hueco a la esperanza garantizando que, en los dos años que restan -electorales, por cierto-, los datos positivos que ahora se detectan en la macroeconomía se instalarán finalmente en la vida diaria de los ciudadanos, o como señaló en suintervención de cierre de la Convención de Valladolid, "se trasladarán a la lista de la compra".
Se espera que el presidente del Gobierno dibuje un futuro económico con tintes optimistas, desde luego mucho mejores que los de los dos últimos años. Previsiblemente elevará las previsiones de crecimiento y apuntará la perspectiva de creación de empleo neto para la segunda mitad de este año, exhibirá el incremento de las exportaciones, hablará de la recuperación de la confianza en España y, por supuesto, hará hincapié en que se ha alejado definitivamente el fantasma del rescate y se ha reducido la prima de riesgo en 200 puntos.
Con estas bazas en la mano, acompañadas por el anuncio de la agencia Moody's revisando al alza la calificación de España, Mariano Rajoy intentará convencer a los españoles de que el camino de la recuperación ya se ha iniciado y más pronto que tarde lo percibirán en su vida cotidiana.
Reforma fiscal
Como prueba de que las variables en que se mueve la economía española son ya favorables, el presidente insistirá en la reforma fiscal en ciernes. En Moncloa aseguran que abundará en esta cuestión aunque los datos concretos se los reserva el Gobierno para la primera quincena de marzo, una vez que se haga público y se analicen con detalle las propuestas que el grupo de sabios, encabezado por el catedrático Manuel Lagares, están ultimando.
En cualquier caso, sí señalan que el presidente avanzará algunas líneas esenciales de una reforma con la que pretende aliviar la carga fiscal de las familias y de los discapacitados: incentivos a mujeres trabajadoras con hijos menores de tres años, modificación del mínimo personal a deducir en la base y no en la cuota del IRPF, así como deducciones fiscales por la contratación de trabajadores domésticos o servicios para el hogar. Los porcentajes y las cifras concretas previsiblemente se darán a conocer más tarde, así como la rebaja prevista del IVA cultural y otras modificaciones en el propio IRPF y en el Impuesto de Sociedades.
Los datos y fichas con los que ha trabajado Rajoy para preparar sus intervenciones en el debate han sido coordinadas envicepresidencia del Gobierno, donde llevan trabajando en este cometido desde mediados de enero. El presidente, además de pertrechado de cuadros, citas y números, acude a la Cámara arropado por una auténtica guardia de corps que va más allá de los miembros de su Gabinete y de su Grupo Parlamentario: hasta diezbarones autonómicos han anunciado su presencia en el Hemiciclo en lo que ya se vislumbra como un despliegue de poder territorial.
La economía será el argumento más potente del presidente, pero sin duda también está obligado a abordar otros asuntos de gran calado en la vida del país como son el desafío soberanista catalán, la necesidad perentoria de limpiar de corrupción la vida política y, además, dar respuesta al debate renacido en torno a ETA y los últimos movimientos del mundo abertzale en torno a los presos de la banda.
Exigencias de la oposición
En todos estos asuntos la posición de Rajoy es conocida, sin embargo los grupos de oposición intentarán que profundice en ellos más allá del consabido rechazo a la celebración de una consulta soberanista en Cataluña, el recuerdo de la aprobación de una ley de Transparencia y medidas para clarificar la financiación de los partidos y la exigencia inapelable de disolución de la banda terrorista.
El líder del PSOEAlfredo Pérez Rubalcaba, será el primero en replicar al presidente. La economía también será su terreno de juego prioritario pero para intentar desmontar los argumentos que considera triunfalistas y engañosos del Gobierno. Rubalcaba hablará del millón de parados más que se han registrado durante los dos primeros años de gobierno de Mariano Rajoy, de los recortes sin fin en educación, sanidad, servicios sociales, dependencia..., de la desigualdad creciente entre españoles, de las rebajas salariales, de los jóvenes que emigran por falta de oportunidades y de la subida estratosférica de la deuda. El líder socialista atribuirá la reducción en la prima de riesgo y la mejoría en las condiciones de financiación a la política delBanco Central Europeo y, en definitiva, explicará la mejoría de los índices macroeconómicos como una consecuencia directa de la fuerte devaluación de la economía española.
Rubalcaba no dudará además en acusar al presidente de inmovilismo en relación con el desafío independentista catalán. A esta crítica es más que previsible que se irán sumando uno tras otro todos los portavoces de la oposición. El jefe de los socialistas insistirá en su propuesta de reforma constitucional para dotar al modelo de Estado de tintes claramente federales. Rubalcaba recalcará que su partido es contrario al secesionismo, tachará de inconstitucional el anunciado referéndum independentista de Artur Mas y defenderá que la soberanía nacional reside en el conjunto de los ciudadanos y no es compartimentable. Pedirá en este punto diálogo, diálogo y diálogo y acusará al presidente -también lo hará la líder de UPyD Rosa Díez- de abusar de la confianza en el paso del tiempo como disolvente para los problemas.
No olvidará Rubalcaba hacer mención a los casos de corrupción en el PP. Las cuentas en SuizaBárcenas, los vericuetos de Gürtel, volverán sin duda a planear sobre el debate. Pero, por encima de este asunto, el líder de los socialistas pondrá de manifiesto lo que en su opinión es un asalto a las libertades y derechos de los ciudadanos. En este punto, el proyecto de ley del aborto será el claro protagonista. También en este terreno Rubalcaba se verá secundado por los restantes partidos de oposición.
En esta primera jornada del debate las previsiones apuntan la participación, además del presidente del Gobierno y del líder socialista, del portavoz de CiUJosep Antoni Duran Lleida, y de los representantes de la Izquierda PluralCayo LaraJoan CoscubielaChesús Yuste. En función de la duración de los duelos podría participar también en último lugar la portavoz de UPyD, Rosa Díez. ElPNVERCAmaiur y las formaciones pequeñas del Grupo Mixto, así como el portavoz del PP, tendrán turno mañana..

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