jueves, 1 de enero de 2015

¿Cómo saber si su hijo sufre acoso?

Gaceta.es


Algunas pautas pueden advertir de que algo no va bien con su hijo, hablar con el menor y con el profesorado es imprescindible.

Muchas veces se requiere de ayuda psicológica para superarlo./Flickr

El acoso escolar o 'bullying' es uno de los temas pendientes de la sociedad. En muchas ocasiones'inocentes bromas' pueden tener un desenlace nada agradeble, como ocurriera con la menor gijonesa Carla Díaz. Sus acosadoras han sido condenadas a cuatro meses de tareas socieducativas por atentar contra su dignidad moral.

Pero, ¿Cómo conocer si su hijo sufre algún problema en el colegio? ¿Existen señales o comportamientos propios de estos casos? Aunque es difícil saberlo con toda seguridad, hay algunas pautas que permiten advertir que algo raro ocurre.

Los niños diferentes son aquellos más propensos a sufrir 'bullying'. Si padecen obesidad, presentan alguna alergia alimenticia, discapacidades o preferencias sexuales diferentes, suelen ser una diana fácil de los acosadores.

La primera señal de que algo va mal es que, sin motivo aparente o enfermedad, el menor no quiere ir al colegio. Encuentran cualquier excusa para no acudir y, si finalmente van, piden ser llevados y recogidos en la puerta de la escuela.

Se apartan de sus amigos más cercanos y familiares. Estos niños prefieren pasar el tiempo en soledad y sólo realizan actividades estrictamente necesarias. Se encierran en sí mismos y en sus habitaciones.

El rendimiento escolar cae en picado. Las notas de sus hijos empezarán a descender y los primeros que deberían darse cuenta son los profesores.

Suelen aparecer trastornos del sueño, los niños pueden presentar dificultades para conciliar el sueño. Además, es frecuente la aparición de tics nerviosos y la pérdida de apetito. En ocasiones, con menos frecuencia, la sintomatología es todo lo contrario, los jóvenes acosados pueden dormir muchas horas al día y comen en abundancia como freno a la ansiedad.

En situaciones límites pueden aparecer evidencias físicas de maltrato como hematomas o arañazos. La justificación en estos casos son las caídas o tropiezos tontos. Recuerde que los niños que sufren 'bullying' buscan una excusa para todo.

En la mayoría de los casos el acoso es psicológico y no físico. Puede llegar a ser incluso más peligroso el primero ya que deja pocas evidencias. Estos jóvenes tienen más predisposición a sufrir procesos depresivos e incluso pensamiento suicidas. Por muy inofensivo que pueda parecer, siempre hay que prestarle atención al suicidio, es uno de los límites que presenta el 'bullying'.

A la mínima sospecha de que algo no va bien debe hablar con su hijo. En un principio negará todo y se mostrará reacio a compartir sus emociones pero, al final, se lo abrirán y podrán atajar el problema de raíz. En estos casos, suele precisarse de ayuda pisoclógica para superar el trance.

Además, es necesario ponerse en contacto con el profesorado del dentro escolar y tratar el tema para que deje de ocurrir. Al fin y al cabo, la excusa de 'son cosas de niños' puede tener un desenlace fatal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario