jueves, 14 de mayo de 2015

50 AÑOS DE ROCK PACENSE





Hace pocas fechas fue presentado en Badajoz el libro escrito, por Pablo Asensio, Manuel Iglesias y Javier Teijeiro. Los tres buenos conocedores de la música extremeña. Por encontrarme en Lisboa sentí no poder estar en  la citada presentación, que según los asistentes fue todo un éxito.

Nada de extrañar, ya que a mi llegada a Badajoz, y habiendo sido participe de la música de los sesenta y creo que de forma muy intensa, rápidamente compre un ejemplar, lo he leído y releído varias veces y cada vez que lo leo me gusta más.

El libro que consta de unas cuatrocientas páginas y unas docientas fotografías con una exquisita presentación.

Es sin duda, la mejor obra, que sobre la Música  de aquellos bonitos años cincuenta sesenta y setenta se ha escrito. Han aparecido un par de libros, tratando de narrar de alguna manera lo acontecido en  Extremadura, otros ciñéndose a Badajoz, pero nada que ver con este gran libro, no pueden compararse bajo ningún aspecto. En alguna edición de las publicadas anteriormente, su autor por ejemplo no cita en absoluto la figura del tan querido y tristemente ya fallecido, Don Joaquín Rojas Gallardo, siendo este el buque insignia, tanto del Pop como del Flamenco en Badajoz,  omisión que ya por si sola, descalifica a la Obra, en la misma y siguiendo con las ausencias, pongo como ejemplo Los Llopis Extremeños, que si bien como Los Megatones nacieron a finales del 1959 siguieron actuando en los 60, o Los Vagabundos, Los Tímidos, Los Kiindlers, pero digamos que esto, es ya agua pasada.

50 Años de Rock Pacense, hace una narración perfecta, cronológicamente muy bien ordenada, sobre la maravillosa época de “Los Grupos o Conjuntos”, como se solían denominar en esa época. Los autores han sabido rebañar hasta lo más hondo de la historia musical y folclórica de la época que van narrando, así por citar un ejemplo hacen referencia a la maravillosa voz de Doñoro, en los Coros y Danzas de la Sección Femenina de Badajoz, sin olvidar por supuesto al gran músico D. Manuel Núñez. Lógicamente cita muy bien y la sitúa perfectamente la figura del gran amigo Joaquín Rojas Gallardo y para que vean que no es una obcecación, de quien escribe esta crítica, pueden ver lo escrito sobre la persona  de Joaquín Roja en estos enlaces.


Otra buena cita, ejemplo de la exactitud que todo el contenido del libro posee, es la de Jesús Herrero, fotografía incluida, en los estudios Miramar de TVE, cuando este era aun casi un niño actuando tocando la guitara y armónica a la vez. Creo que la figura de Jesús Herrero,  que es otro mito en la historia de la música extremeña y que merecería, un  libro para él solo. Da una buena pasada por los auténticos Play Boys, e incluso citando conjuntos anteriores, como los Llopis, Los Vagabundos, Los Megatones, Tímidos, Kindlers entre otros y acompañando fotografías de cada grupo que se va citando. 

Como decía anteriormente todo ello montado con una perfecta cronología,  los relatos que se plasman en el libro y que se realizan de manera sobresaliente, son totalmente ciertos, están redactados de una forma muy amena que hacen fácil su lectura. Cito como ejemplo la anécdota de la actuación de los Play Boys en el salón de actos de la Escuela Normal de Magisterio de Badajoz, en la que ese día, yo me encontraba presente y que alguien, no hace mucho tiempo intento adueñarse de la misma, pero reitero está perfectamente relatada en el libro del que estoy hablando.

Creo que los autores demuestran sobradamente, el tener amplios conocimientos sobre la música en los años que escriben, que aportan un material fotográfico muy valioso, solo pocos conservamos fotografías de las actuaciones de aquella época, hay que pensar que la tecnología no era, ni por soñación la de hoy día y la conservación de las fotografía se hacía arduo difícil.

Refleja muy bien en esta obra y hace referencia varias veces a ello, lo que era el Badajoz de los Cincuenta Sesenta, época que aquellos que queríamos  estudiar algo distinto a Magisterio, forzosamente teníamos que salir de la ciudad y por tanto abandonar el conjunto al cual pertenecías, de ahí tanta rotación en estos Grupos llegando incluso a su disolución, siendo esta una de las principales causas, sin olvidar el Servicio Militar.

Ahora, solo me resta dar las gracias a los tres autores enviarle mi más sincera felicitación. Y para terminar gracias también por haber incluido a mi grupo en esta gran obra.
Aconsejo a todas quellas personas que vivieron tan maravillosa época, o que quieran conocer la historia del Rock Pacense, no dejen de adquirir esta obra.

Para los autores.
Un gran abrazo.


Manuel Murillo.


Una fotografía del libro, lógicamente elegida, por ser el grupo al que yo pertenecía.

lunes, 11 de mayo de 2015

BUENO ES SABER QUIÉN ES QUIÉN A LA HORA DE VOTAR


Autor: Pablo Cabellos Llorente

         El título no es mío, sino de un amigo que me envió por WhasApp la fotografía de una pregunta y la respuesta de Albert Rivera en declaraciones a un periódico barcelonés. Ciudadanos estaba siendo un partido con un mensaje positivo, aunque fuera huyendo de los temas conflictivos relacionados con la familia, sexualidad, aborto, educación, etc. Ha hecho más hincapié en su programa económico, en  la corrupción, etc. Pero el pasado 22 de abril se  destapaba en uno de esos asuntos silenciados. Interrogación: ¿Deben seguir recibiendo subvenciones las escuelas que segregan a los alumnos por sexo? Ya la pregunta se hace de modo torticero a base de emplear la palabra segregan,  siempre teñida en negativo. La educación diferenciada es una opción más, cuya esencia es el respeto a la diferencia y no la segregación.

         La respuesta es clara en la primera palabra: “No. Respeto mucho quien confíe en otros medios para educar a sus hijos, pero que lo pague cada uno. La educación es un servicio público, la que pagamos todos, debe reflejar el modelo de sociedad, en la que todos vivimos conjuntamente”. Es decir, esa sociedad no puede ser plural, todos hemos de pagar el modelo que dicte el señor Rivera que, por otro lado, no se sabe si es el estatal, concertado o privado de otro tipo. No es baladí la cuestión porque acarrea asuntos de bastante calado. ¿Entiende Rivera la libertad seriamente? ¿la admite para todos en las mismas condiciones? Mire, donde no hay libertad escolar, sencillamente no hay libertad. ¿Se percata de que la familia que adopte la  educación diferenciada pagaría dos veces?: en los impuestos, como todos, y en el colegio que haya elegido y que usted no sufragaría. ¿Se dará cuenta el señor Rivera de que no argumenta nada?

         Habla de un modelo de sociedad en el que todos vivimos conjuntamente. No se sabe muy bien qué quiere decir, porque se puede vivir así por mera yuxtaposición, teniendo ideales similares, sabiendo convivir por encima de las diferencias o por imposición totalitaria. La libertad es hermosa y hay que cuidarla. Podríamos hablar de una ecología de la libertad,  muy necesaria en estos tiempos que cabalgan entre el pensamiento débil  que a nada conduce, salvo a frases biensonantes, o un larvado estatismo de sabor marxistoide que nunca sabrá amar la libertad, porque es una imposición dogmática en ámbitos propios del libre albedrío. En un tiempo en que se protege especialmente la naturaleza –lo que es  estupendo-, se descuida la esencia del hombre,  su libertad. Dan ganas de gritar con Segismundo en “La vida es sueño”: y teniendo yo más alma, ¿tengo menos libertad?

         Declaraciones de este tipo no son una novedad porque, de un modo u otro, esa idea y otras parecidas -que atentan a la libertad consagrada por la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y por la vigente Constitución Española- son rancias. Es más, recuerdan otros tiempos. Por ejemplo, en 1968 perdió el Gobierno de Franco por primera vez una votación en las Cortes desde 1943, cuando Fernando Suárez solicitó, y consiguió, la retirada de la subvención pública a la Universidad de Navarra, tras la sesión más larga de esta Asamblea. Luego sería ministro. Puede observarse que el mundo político no busca sólo la izquierda, sino también  la derecha en su versión más estricta. Quizás lo buscan para rascar votos de uno y otro lado, algo que, de un modo u otro,  lo intentan casi todos.

         En “La libertad posmoderna”, Alejandro Llano ha escrito: El logro de la libertad de sí mismo es una hazaña existencial de envergadura, imposible de alcanzar con las propias fuerzas. Se trata de lograr la propia libertad respecto a nosotros mismos que, en no pocas ocasiones, luchamos por alcanzar metas quizá opuestas a un sentido de la libertad que nos haga más humanos, más personas que no se engañan, que no mienten, que no buscan lo políticamente correcto, que emprenden cada día la apasionante aventura de vivir una libertad lograda. Pero es harto difícil encontrar muchos políticos que apuesten por la libertad, porque la mayoría intenta acomodarnos a la suya, tal vez la que supuestamente agrada a la mayoría de sus posibles votantes. Sea libre cada partido de proponer el programa que desee, pero tiene razón el amigo autor del título: es bueno saber quién es quién a la hora de votar.


         Y ya que estamos ante unas elecciones, puedo añadir elementos que valoro a la hora de emitir mi voto, aún sabiendo que ningún partido reúne todos. Esos valores son: el derecho a la vida del concebido y no nacido, el mismo derecho para los ancianos que han de acabar el curso de su existencia con el cuidado que merecen, la libertad de los padres para elegir –todos en igualdad de condiciones- la escuela que deseen para sus hijos, una sanidad para todos con libertad de gestión pública o privada, la paz, la libertad religiosa y de las conciencias, el cumplimiento de las promesas electorales. En  materias relativas a la vida, el Derecho ha quedado anticuado por los avances de la Biología.