El camión que trasladó los
cubos interceptados por la Guardia Civil. BERNARDO
DÍAZ
QUICO ALSEDO / PABLO HERRAIZ > Madrid
Paralizados y en el juzgado de guardia.
El Seprona de la Guardia Civil interceptó ayer el cargamento de cadáveres
troceados que salió irregularmente de la Facultad de Medicina el pasado
miércoles. Además ha notificado al juzgado un posible delito de falsedad
documental cometido por la Complutense. Este periódico ya informó
ayer de que a primera hora se habían trasladado unos contenedores con restos de
los cuerpos que se hacinaban en el departamento de Anatomía II, precintado un
día antes por la Inspección de Trabajo.
La entrada de la Guardia Civil en el
caso se produjo a raíz de los contenedores sacados el miércoles de Anatomía II,
violando así el precinto del Ministerio de Empleo.
Un camión de FCC, la empresa que tiene
la contrata de recogida de residuos peligrosos en la Complutense, se llevó
hacia las nueve de la mañana 26 cubos azules de 60 litros de capacidad cada
uno, ya precintados en la propia facultad, a una nave
industrial de Arganda.
En ese recinto situado en la calle Río
Ebro del polígono industrial Finanzauto de Arganda, está una de las sedes de la
empresa Consenur, quizá la mayor compañía de gestión de residuos químicos y
biológicos de España. Esta empresa recibió los cubos, que iban a ser tratados
conforme a los residuos denominados como de «clase 6». Estos son los llamados
residuos citotóxicos, es decir, los que pueden ser portadores de enfermedades
infectocontagiosas.
El Servicio de Protección de la
Naturaleza de la Guardia Civil, ante la sospecha de que en esos
cubos había restos humanos, que no deberían haber sido
gestionados como residuos de clase 6, detuvo el cargamento en la misma nave de
Arganda, antes de que partiera hacia Tarragona, donde en principio Consenur iba
a trasladarlo para incinerar los cubos, según fuentes de Interior.
Incineración directa
Ese tratamiento consistía en la
incineración directa, que es lo que se debe hacer legalmente con los residuos
de clase 6, pero los agentes paralizaron el cargamento y pasaron un escáner de
rayos X para comprobar el contenido de los cubos. En 14 de ellos se encontraron
restos humanos. Como los recipientes van precintados y contienen un material potencialmente peligroso para la salud, no
podían abrirlos, así que optaron por los rayos X, y los encargados de manejarlo
fueron los agentes del Gedex, grupo de desactivación de explosivos de la
Guardia Civil.
Los agentes también inspeccionaron la
sede de FCC en la que estánlos camiones que transportan
estos residuos. Pidieron toda la documentación del vehículo que
trasladó los cubos y se marcharon, pues en principio todo era correcto.
Después de la inspección en la nave de
Arganda, los agentes dieron orden de no tocar esos cubos, por lo que han
quedado precintados. Además, han dado cuenta al juzgado que estaba de guardia
en Arganda del Rey por un presunto delito de falsedad
documental cometido por la universidad. El problema es que la
documentación de los cubos sólo decía que allí había residuos de clase 6, pero
los cadáveres no se pueden considerar como residuos.
Desde que se publicó el pasado lunes lo
que estaba ocurriendo en el departamento de Anatomía II de la Complutense se
han sucedido los hechos de manera vertiginosa: el director del departamento,
Ramón Mérida, ha sido obligado a dimitir; la Inspección de Trabajo
clausuró el sótano de los horrores; el miércoles se violó ese
precinto para sacar los cubos con restos humanos que tuvieron que trocear los
propios trabajadores del departamento; y finalmente, la Guardia Civil ha
abierto una investigación y ha dado cuenta al juzgado. Además, la Complutense
ha abierto un expediente disciplinario al catedrático Ramón Mérida por saltarse
ese precinto.
Enlace
articulo original: http://www.elmundo.es/madrid/2014/05/23/537e797d22601d053d8b4589.html?a=bf2b2cf42bc479bc0b7593a2fd1c4975&t=1400826744
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