Cuando se
cumplen los dos años de tu marcha definitiva a la otra vida, los que aun
quedamos aquí y que tanto te quisimos, unos como familiares, otros como un gran
amigo, este es mi caso, parece como si ayer se nos hubiera dado tan fatal
noticias, parece como si las agujas del reloj se hubieran detenido, si es que
me parece, por un lado imposible hayan pasado dos años, aun cuando dejándome
llevar por tu falta, todo parece una eternidad.
Los que
como yo, creemos en la otra vida, tu también
lo creías, estamos más que seguro que tu estado y por méritos propios es gozar
de la presencia de Dios.
Cuando
estabas aquí entre nosotros, no escatimaste esfuerzos para ayudar a todos,
cuantas, cuantas veces he visto dejar
tus cosas por hacer, para echar una ayuda a alguien, pero esas cosas que
dejabas de hacer, luego te la sacabas, como se suele decir de tu propio
pellejo, para hacerlas, porque tu siempre cumpliste con tus obligaciones.
Ahora desde
arriba, desde el Cielo, aun sigues ayudando y mucho, tal vez saques como aquí lo hacías, esa
sonrisa bonachona, al ver entre los de aquí dejaste, tanta envidia, tanta
maldad a veces, tanta falsedad, guerras, atentados, crimines y a buen seguro te
preguntaras ¿Pero que estáis haciendo? ¿Qué paso con la Familia?¿A dónde
queréis llegar?
Pues nada
migo Pedro son preguntas difíciles de contestar y que tu desde ahí, estás
viendo claramente que es esto lo que está sucediendo, hay lógicamente sus excepciones,
tu las ves y habiendo sido como tú
fuiste, te quedaras muy sorprendido y
todo debido a que los valores se van perdiendo y queda muy poquita gente
como tú fuiste.
Lo hablamos
muchas veces al tomar café, cuando tantas y tantas veces elogiabas los
progresos de tu nieta, que aun con tan corta edad iba haciendo y es que como
muy bien decías tu, tenias más de una Familia, estas eran: La natural, la Familia del Hospital y otra muy
querida para ti y que creo que la pondrías en segundo lugar, la de tu querida
Farmacia.
Pues en
todas etas Familias y me consta que así es, has dejado una imborrable huella que solo
grandes personas como tu son capaces de dejar, huellas, recuerdos y ejemplo
imposible de olvidar y que todos, no hacemos más que dar gracias a Dios porque
pudimos vivirlos junto a ti, los recordamos y nos valen para darnos fuerzas y
seguir luchando para cambiar tanta cosa negativas como hoy estamos viendo.
Gracias a la
oración, aun seguimos comunicándonos y aunque ya no nos puedas decir tu gran
frase “Tranquilo, no pasa nada” se que desde ahí, nos echaras una miradita
todos los días, a aquellos que formamos parte de esas familias que antes
mencionaba y por la que tu tanto te has desvivido, dando por ellas todo cuanto
tenias, que no era poco.
Cuida Pedro
de todos nosotros, sigue ayudándonos como siempre, nosotros desde aquí, ya te
lo estamos agradeciendo y enviando nuestra oración para dar gracias a Dios por
tenerte a su lado, porque estoy más que seguro, que lo estas.
A todos nos gustaría
darte hoy un gran abrazo.
Pues desde aquí,
yo al menos te envió uno grande, que
seguro que con esta oración te llega. Padre nuestro…
Manolo
Murillo.
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