- Rajoy
destacará que España 'ha superado la situación de extrema gravedad'
- Dibujará
los rasgos de una reforma fiscal que beneficiará a familias y
discapacitados
- La
oposición incidirá en: paro y recortes, el inmovilismo con Cataluña y la
corrupción del PP
- Los
'populares' harán ostentación de poder con la presencia de diez barones en
el pleno
A las 12.00 en punto Mariano
Rajoy subirá a la tribuna del Congresopara
afrontar como presidente del Gobierno su segundo Debate sobre el estado de la Nación. Los ejes por los
que discurrirá su intervención inicial, sin límite de tiempo, están claros. La
economía será su principal baza, no en vano a ella se ha dedicado prácticamente
en los dos años que han transcurrido ya de legislatura. La clave de su discurso
girará en torno a la idea de que España ha conseguido superar ya la situación
de "extrema gravedad" en que se encontraba cuando el PP llegó al Gobierno, destacará la gestión
reformista del Ejecutivo, reconocerá el esfuerzo realizado por los españoles,
admitirá que los progresos aún no son plenamente satisfactorios e intentará
abrir un hueco a la esperanza garantizando que, en los dos años que restan
-electorales, por cierto-, los datos positivos que ahora se detectan en la
macroeconomía se instalarán finalmente en la vida diaria de los ciudadanos, o
como señaló en suintervención de cierre de la Convención de Valladolid, "se trasladarán a la
lista de la compra".
Se espera que el presidente del Gobierno
dibuje un futuro económico con tintes optimistas, desde luego mucho mejores que
los de los dos últimos años. Previsiblemente elevará las previsiones de crecimiento
y apuntará la perspectiva de creación de empleo neto para la segunda mitad de
este año, exhibirá el incremento de las exportaciones, hablará de la
recuperación de la confianza en España y, por supuesto, hará hincapié en que se
ha alejado definitivamente el fantasma del rescate y se ha reducido la prima de
riesgo en 200 puntos.
Con estas bazas en la mano, acompañadas
por el anuncio de la agencia Moody's revisando al alza la calificación de España, Mariano
Rajoy intentará convencer a los españoles de que el camino de la recuperación
ya se ha iniciado y más pronto que tarde lo percibirán en su vida cotidiana.
Reforma fiscal
Como prueba de que las variables en que
se mueve la economía española son ya favorables, el presidente insistirá en la
reforma fiscal en ciernes. En Moncloa aseguran
que abundará en esta cuestión aunque los datos concretos se los reserva el
Gobierno para la primera quincena de marzo, una vez que se haga público y se
analicen con detalle las propuestas que el grupo de sabios, encabezado por el
catedrático Manuel Lagares, están ultimando.
En cualquier caso, sí señalan que el
presidente avanzará algunas líneas esenciales de una reforma con la que
pretende aliviar la carga fiscal de las familias y de los discapacitados:
incentivos a mujeres trabajadoras con hijos menores de tres años, modificación
del mínimo personal a deducir en la base y no en la cuota del IRPF, así como deducciones fiscales por la contratación
de trabajadores domésticos o servicios para el hogar. Los porcentajes y las
cifras concretas previsiblemente se darán a conocer más tarde, así como la
rebaja prevista del IVA cultural y
otras modificaciones en el propio IRPF y en el Impuesto
de Sociedades.
Los datos y fichas con los que ha
trabajado Rajoy para preparar sus intervenciones en el debate han sido
coordinadas envicepresidencia del Gobierno, donde llevan trabajando
en este cometido desde mediados de enero. El presidente, además de pertrechado
de cuadros, citas y números, acude a la Cámara arropado por una auténtica
guardia de corps que va más allá de los miembros de su Gabinete y de su Grupo
Parlamentario: hasta diezbarones autonómicos han
anunciado su presencia en el Hemiciclo en lo que ya se vislumbra como un
despliegue de poder territorial.
La economía será el argumento más
potente del presidente, pero sin duda también está obligado a abordar otros
asuntos de gran calado en la vida del país como son el desafío soberanista catalán, la necesidad perentoria de
limpiar de corrupción la vida política y, además, dar respuesta al debate
renacido en torno a ETA y los últimos movimientos del mundo abertzale en torno a los presos de la banda.
Exigencias de la oposición
En todos estos asuntos la posición de
Rajoy es conocida, sin embargo los grupos de oposición intentarán que
profundice en ellos más allá del consabido rechazo a la celebración de una
consulta soberanista en Cataluña, el
recuerdo de la aprobación de una ley de Transparencia y
medidas para clarificar la financiación de los partidos y la exigencia
inapelable de disolución de la banda terrorista.
El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, será el primero en replicar al
presidente. La economía también será su terreno de juego prioritario pero para
intentar desmontar los argumentos que considera triunfalistas y engañosos del
Gobierno. Rubalcaba hablará del millón de parados más que se han registrado
durante los dos primeros años de gobierno de Mariano Rajoy, de los recortes sin
fin en educación, sanidad, servicios sociales, dependencia..., de la desigualdad
creciente entre españoles, de las rebajas salariales, de los jóvenes que
emigran por falta de oportunidades y de la subida estratosférica de la deuda.
El líder socialista atribuirá la reducción en la prima de riesgo y la mejoría
en las condiciones de financiación a la política delBanco
Central Europeo y, en definitiva, explicará la mejoría de los
índices macroeconómicos como una consecuencia directa de la fuerte devaluación
de la economía española.
Rubalcaba no dudará además en acusar al
presidente de inmovilismo en relación con el desafío independentista catalán. A
esta crítica es más que previsible que se irán sumando uno tras otro todos los
portavoces de la oposición. El jefe de los socialistas insistirá en su
propuesta de reforma constitucional para dotar al modelo de Estado de tintes
claramente federales. Rubalcaba recalcará que su partido es contrario al
secesionismo, tachará de inconstitucional el anunciado referéndum independentista de Artur Mas y defenderá que la soberanía nacional
reside en el conjunto de los ciudadanos y no es compartimentable. Pedirá en
este punto diálogo, diálogo y diálogo y acusará al presidente -también lo hará
la líder de UPyD Rosa Díez- de abusar de la confianza en el paso del
tiempo como disolvente para los problemas.
No olvidará Rubalcaba hacer mención a
los casos de corrupción en el PP. Las cuentas en Suiza, Bárcenas,
los vericuetos de Gürtel, volverán sin duda a planear sobre el debate.
Pero, por encima de este asunto, el líder de los socialistas pondrá de
manifiesto lo que en su opinión es un asalto a las libertades y derechos de los
ciudadanos. En este punto, el proyecto de ley del aborto será el claro
protagonista. También en este terreno Rubalcaba se verá secundado por los
restantes partidos de oposición.
En esta primera jornada del debate las
previsiones apuntan la participación, además del presidente del Gobierno y del
líder socialista, del portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, y de los representantes de
la Izquierda Plural: Cayo Lara, Joan Coscubielay Chesús Yuste. En función de la duración de los duelos
podría participar también en último lugar la portavoz de UPyD, Rosa Díez. ElPNV, ERC, Amaiur y las formaciones pequeñas del Grupo Mixto, así como el portavoz del PP, tendrán turno
mañana..
Enlace articulo original: http://www.elmundo.es/espana/2014/02/25/530ba172ca47419e388b4593.html
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