LUIS F. DURÁN / JAIME G.
TRECEÑO > Madrid
La noche del sábado fue agitada en la
casa de los Ruiz-Gallardón. Al filo de la hora bruja la noticia comenzó a
correr por los patrulla de servicio: Alberto Ruiz-Gallardón había tenido un
accidente de tráfico y se había dado a la fuga.
Fuentes policiales confirmaron a este
diario que el siniestro que tuvo lugar en la calle Almagro, distrito de
Chamberí, estuvo protagonizado por Alberto
Ruiz-Gallardón pero no por el ministro de Justicia, sino por su hijo
primogénito. De hecho, el otro conductor implicado le denunció
en comisaría por haber huido tras el golpe.
Según las fuentes policiales, el
accidente tuvo lugar a la altura del número 5 de la calle Almagro. En el suceso
se vio envuelto el turismo del hijo mayor del ministro y otro vehículo.
Tras el impacto, en el que no consta que
hubiese heridos, los conductores se bajaron de los coches para comprobar los
daños que se habían producido. Instantes después, según el testimonio que el
otro conductor relató a la Policía, el hombre que llevaba el coche
a nombre de Ruiz-Gallardón se subió a él y, simplemente, se marchó.
Al ver que el supuesto vehículo infractor ponía pies en polvorosa, el
propietario del turismo que se había visto afectado decidió seguirlo, pero la
persecución no duro mucho.
Pocos metros después, al coche del hijo
del ministro se lo tragaba uno de los edificios de la plaza de Alonso Martínez,
donde el ministro tiene su residencia. Ante tal situación, el conductor agraviado decidió llamar a la Policía Municipal que
acudió hasta el lugar para intentar conseguir los datos del infractor.
Hay que recordar que en el momento de la
colisión, los conductores no llegaron a sentarse detenidamente a rellenar el
parte de accidente, por lo tanto, el único dato que tenía el perseguidor era el
número de matrícula del coche que había chocado contra él.
Identificación del vehículo
Hasta la plaza de Alonso Martínez
acudieron dos indicativos de la Policía Municipal, dos patrullas. Con los datos
facilitados por el conductor, los agentes comprobaron que esa identificación correspondía con un vehículo a nombre de
Alberto Ruiz-Gallardón Utrera.
Los funcionarios se pusieron en contacto
con la casa del ministro, pero quien les respondió fueron los escoltas que
negaron que el coche que buscaban hubiese entrado en ese edificio.
Las fuentes informantes coinciden en que
«no se puso en ningún momento a disposición de los agentes», por lo que ante la
imposibilidad de hacer las pesquisas básicas (control de alcoholemia, toma de
declaración...) los policías decidieron retirarse con el otro conductor hasta
la comisaría de Centro.
Allí, redactaron un informe con todo lo
sucedido. La versión que recogieron fue siempre la del conductor perseguidor,
ya que no llegaron a tener la de la otra parte.
Los escoltas lo negaron
Asimismo, el conductor aprovechó para
poner una denuncia en la comisaría de Policía de la calle de Leganitos. Los
agentes que llevaron el caso pertenecen a la unidad Centro Norte. Fuentes
sindicales, señalaron que la cabo responsable de la
unidad trató de suavizar los hechos y que los agentes no llegaron a denunciar
al hijo del ministro. «Solamente presentaron una minuta de lo
sucedido», añadieron.
Este diario se puso en contacto ayer con
el ministro para recabar la versión de su hijo, ante la imposibilidad de
contactar con él. No hubo contestación. El ministro de Justicia, Alberto
Ruiz-Gallardón, tiene cuatro hijos varones que no se caracterizan por tener una
intensa vida pública. De hecho, sólo se han dejado ver en eventos
institucionales especiales. Es decir, aquellos en los que su padre ha sido
protagonista y siempre acompañando a su madre, Mar Utrera.
Hacerse un 'Aguirre'
La ex presidenta de la Comunidad de Madrid y del PP regional, Esperanza
Aguirre, ya ha pasado a la pequeña historia del finísimo humor castizo de la
capital. La acción de dejar a la Policía con tras palmos de narices cuando te
da el alto ha pasado a denominarse, 'hacerse un Aguirre'. El pasado 4 de abril
se marchaba cuando agentes de Movilidad la retenían en la plaza del Callao, en
pleno corazón de Madrid, para identificarla. La ex presidenta regional había
aparcado en el carril bus de la Gran Vía de forma indebida para sacar dinero de
uno de los cajeros automáticos de la calle. Los agentes que se percataron de la
infracción la pidieron toda la documentación de vehículo y su licencia de
conducir. Ella sostiene que los trabajadores municipales la estaban reteniendo
de forma indebida con el único fin de que la sacasen fotos. En un momento dado,
arrancó el coche y se marchó, a la vez que rozaba a una de las motos de los
agentes y la tiraba. Aguirre se iba perseguida por agentes de la Policía
Municipal que habían acudido tras ser avisados por la emisora. Poco pudieron
hacer los policías que vieron como el vehículo que conducía la ex presidenta de
la Comunidad de Madrid se metía en el interior de su casa del centro de la
capital. Minutos después, los agentes encargados de su seguridad se ponían en
contacto con los agentes. Hay que precisar que los policías no llegaron a
realizarle el control de alcoholemia ni, según su testimonio, a entregarle el
boletín de denuncia. Desde la Fiscalía no consideran que la acción de Esperanza
Aguirre sea constitutiva de delito.
Enlace articulo original: http://www.elmundo.es/madrid/2014/06/16/539e3e15268e3efc5a8b457b.html?a=cded4b5875b39fa23960ce5ec1882f04&t=1402911556
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