Gaceta.es
Algunas pautas pueden advertir de que algo no va bien con su hijo, hablar
con el menor y con el profesorado es imprescindible.
Muchas veces se requiere de ayuda psicológica
para superarlo./Flickr
El acoso escolar o 'bullying' es
uno de los temas pendientes de la sociedad. En muchas ocasiones'inocentes bromas' pueden tener un
desenlace nada agradeble, como ocurriera con la menor gijonesa
Carla Díaz. Sus acosadoras han sido condenadas
a cuatro meses de tareas socieducativas por atentar contra su dignidad moral.
Pero, ¿Cómo
conocer si su hijo sufre algún problema en el colegio? ¿Existen señales o comportamientos
propios de estos casos? Aunque es difícil saberlo con toda seguridad, hay
algunas pautas que permiten advertir que algo raro ocurre.
Los niños
diferentes son
aquellos más propensos a sufrir 'bullying'. Si padecen obesidad, presentan
alguna alergia alimenticia, discapacidades o preferencias sexuales diferentes,
suelen ser una diana fácil de los acosadores.
La
primera señal de que algo va mal es que, sin motivo aparente o enfermedad, el
menor no quiere ir al colegio. Encuentran cualquier excusa para
no acudir y, si finalmente van, piden ser llevados y recogidos en la puerta de
la escuela.
Se
apartan de sus amigos más
cercanos y familiares. Estos niños prefieren pasar el tiempo en soledad y sólo
realizan actividades estrictamente necesarias. Se encierran en sí mismos y en
sus habitaciones.
El
rendimiento escolar cae en picado. Las notas de sus hijos
empezarán a descender y los primeros que deberían darse cuenta son los
profesores.
Suelen
aparecer trastornos del sueño,
los niños pueden presentar dificultades para conciliar el sueño. Además, es
frecuente la aparición de tics nerviosos y la pérdida
de apetito. En ocasiones, con menos frecuencia, la
sintomatología es todo lo contrario, los jóvenes acosados pueden dormir muchas
horas al día y comen en abundancia como freno a la ansiedad.
En
situaciones límites pueden aparecer evidencias físicas de maltrato como hematomas o arañazos. La
justificación en estos casos son las caídas o tropiezos tontos. Recuerde que
los niños que sufren 'bullying' buscan una excusa para todo.
En la
mayoría de los casos el acoso es psicológico y no físico. Puede llegar a ser
incluso más peligroso el primero ya que deja pocas evidencias. Estos jóvenes
tienen más predisposición a sufrir procesos
depresivos e incluso pensamiento suicidas. Por muy inofensivo
que pueda parecer, siempre hay que prestarle atención al suicidio, es uno de
los límites que presenta el 'bullying'.
A la
mínima sospecha de que algo no va bien debe hablar con su hijo.
En un principio negará todo y se mostrará reacio a compartir sus emociones
pero, al final, se lo abrirán y podrán atajar el problema de raíz. En estos
casos, suele precisarse de ayuda pisoclógica para superar el trance.
Además,
es necesario ponerse en contacto con el profesorado del dentro escolar y tratar
el tema para que deje de ocurrir. Al fin y al cabo, la excusa de 'son cosas de
niños' puede tener un desenlace fatal.
Enlace al artículo original: http://www.gaceta.es/noticias/hijo-sufre-acoso-escolar-31122014-1323
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