Autor: Jose Maria Murillo Garcia.
Badajoz, 15 de junio del 2019.
Si, engaño, fraude, timo, estafa, todo esto y
algo mas se le puede llamar, a esto hemos asistido, después de tragarnos no sé
cuantos días de “campaña”, elucubraciones de posibles pactos y sus venideras
consecuencias.
Nos repetían, que el voto era más necesario
que nunca, que el llevaría a los distintos puestos de la administración,
municipal o autonómica, a la persona mas afín a nuestra forma de pensar, engaño
total, tu voto y el mío, han servido para que los llamados políticos, se
dediquen a situarse, donde más le conviene a su partido, y por supuesto a ellos
mismos, la pela es la pela.
Se dan toda clase de pactos, los que vociferaban
que no, ahora dicen que si, y viceversa.
Si esto fuera poco, con el afán de ser los más
innovadores, encuentra la mejor fórmula, para llevar un municipio, no uno
pequeño, no, nada más y nada menos que el de Madrid, repartir la legislatura entre los dos
partidos que aspiran a la Alcaldía, dos años el sillón para ti, y los dos
restantes para mí.
Todo esto es para que veamos, lo que son
capaces de hacer por “nosotros” estos señores políticos. Si señor así se hace,
estar toda la legislatura, seria de ambicioso, hay que compartir.
Los que quedamos fuera de la política activa,
o digamos sin paga, no llegamos a entender como un Ayuntamiento como Madrid, se
puede uno comprometer a hacer algo en dos años ¿Quién es ese fuera de serie? En
esos dos años, había que primero conocer la economía real del municipio, hacer
estudios de inversiones en los distintos servicios, aprobar los gastos,
estudiar y realizar los proyectos, para presentarlos a pleno y una vez pasados
estos trámites, poner la primera piedra si hemos conseguido que nadie
interponga recurso alguno.
También es cierto que no me daba cuenta, que a
los dos años hay otros regidores, que como es lógico querrán dejar lo mejor
posible a su partido, y por lo tanto no seguirán las iniciativas del anterior.
A los votantes, (que no somos los políticos)
se nos ocurre, si quizás el repartir la legislatura en pueblos pequeños podría
dar gusto a alguno, pero en capitales de provincia, donde hay que hacer
estudios de zonas urbanas, trazados de nuevas vías, o simplemente mejorar servicios de
abastecimientos o saneamientos, de zonas de recreo o ajardinado etc. nos parece
inviable.
Quizás no vendría mal para mitigar la deuda,
hacer una concentración de municipios, quedando en cada pequeño pueblo, una
oficina, donde los habitantes a través de la informática resuelvan sus
cuestiones municipales.
Lo malo, es que reduciríamos, Alcaldes
Concejales y todo lo que eso lleva consigo.
Por favor, veamos si entre todos somos capaces
de que nuestros hijos y nietos sean capaces de vivir al menos, como lo hemos
hecho nosotros, trabajando.
Ya está bien de ideas luminosas, trabajemos en
beneficio de todos.
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