MANUEL
MARÍA BECERRO
SILVIA
MORENO > Sevilla
UGT engañó con facturas falsas hasta a
los Reyes Magos. No sólo cargó a ayudas de la Junta de Andalucía la donación de una tonelada de caramelos a la Cabalgata de Sevilla de 2009,
sino que utilizó a posteriori la celebración como excusa para emitir
facturas ficticias y engordar así el famoso bote con que
rebañaba las subvenciones.
Según consta en la documentación
contable a la que ha tenido acceso EL MUNDO, así lo hizo el sindicato al menos
en 2010. Porque la factura emitida el 11 de octubre de ese año por la empresa Publicar
D&M, relativa a una supuesta compra de 415 kilos de caramelos masticables
de sabores surtidos por un importe de 4.520 euros, es falsa y se cargó al bote para terminar presentándose como
justificación de una subvención concedida por la Junta de Andalucía
para la prevención de riesgos laborales.
Las chicherías que
donó el sindicato eran excedentes de la tonelada de 2009
Como el año anterior, la propia
Consejería de Empleo del Gobierno andaluz -en el marco del Consejo de
Prevención- había comprometido al sindicato para la compra masiva de caramelos
y su donación a la Cabalgata de Reyes. UGT-A vio la puerta abierta para colar
una factura falsa, ya que, de la tonelada de golosinas adquirida en 2009, sobró
tal cantidad que en 2010 no era necesario comprar más chucherías para colaborar
de nuevo con la Cabalgata de Reyes: bastaba con remitir los excedentes de la
edición anterior. Sin embargo, se ordenó falsear una factura con el único
objetivo de sobrefinanciar irregularmente al sindicato con
cargo a las ayudas de la Junta, en la certeza de que nadie en la
Administración autonómica iba a cuestionar algo tan inocente como la compra de
caramelos para contribuir por segundo año consecutivo a endulzar el gran día de
la ilusión de los niños surtiendo una carroza patrocinada por la propia
Consejería de Empleo.
La prueba del nueve de la falsedad de la
factura es un documento interno de la Comisión Ejecutiva de UGT Andalucía donde
se especifican las facturaciones derivadas de la «gestión de botes» por parte
de Publicar D&M, una empresa proveedora de absoluta confianza del
sindicato. Fue, de hecho, la que se encargó de gestionar la adquisición de los
700 maletines falsificados en Asia con que se obsequió a los participantes en
el IX Congreso Regional de UGT, en el que salió reelegido por última vez Manuel Pastrana como secretario general.
En el octavo epígrafe del listado, se relaciona la casi media tonelada de
caramelos fantasma con cifras que coinciden al céntimo con la factura original
emitida por Publicar el 11 de octubre de 2010 y presentada por UGT Andalucía
ante la Consejería de Empleo para justificar una supuesta campaña informativa
sobre prevención de riesgos laborales, exactamente la misma materia a la que se
cargó el grueso de los caramelos comprados en 2009.
Nuevamente la factura se presentó ante
la Dirección General de Seguridad y Salud Laboral, dirigida, hasta junio de
2012, por Esther Azorit, ex alto cargo
socialista de la Junta imputada desde noviembre de 2012 por malversación,
prevaricación y falsedad, precisamente por un presunto desvío de dos
subvenciones. Una de ellas era para una campaña de prevención de riesgos
laborales, aunque, en este caso, el beneficiario no fue UGT, sino el sindicato
CCOO.
Se entregaron golosinas en 2009 y 2010
José Manuel Guerrero, responsable en UGT-A
del programa subvencionado de prevención de riesgos laborales al que se cargó
tanto las facturas reales como la falsa de caramelos, ha asegurado a EL MUNDO
que no tiene «ni idea» de facturación, ya que él se dedicaba exclusivamente a
la gestión técnica. No obstante, Guerrero subrayó que se entregaron golosinas a
la Cabalgata de Reyes de Sevilla «los dos años, en 2009 y en 2010», y cuestionó que no se hubieran comprado más chucherías el
último año recordando el detalle de que venían en dos formatos distintos: «Unos
tenían fondo rojo y otro rojiblanco».
Otras fuentes del sindicato -que prefieren mantenerse en el anonimato por
temor a represalias- han confirmado a este diario que, como indica la
contabilidad interna, en 2010 no se adquirieron nuevos caramelos: «Es que una
tonelada es una cantidad enorme que no se gasta en una noche, y menos en una
carroza que ni es la de un Rey Mago». Además, el detalle de los envoltorios
distintos tampoco significa que se compraran en años sucesivos, ya que en 2009
se adquirieron dos tipos de golosina con presentaciones diferentes, ya que se
cargaron a subvenciones de dos consejerías de la Junta.
La factura para la Cabalgata de 2010, en definitiva, se realizó con cargo
al famoso bote, un sistema que inflaba o falseaba directamente recibos para
apurar las subvenciones y que estaba contemplado en el propio manual contable
del programa informático de UGT-A. Es una de las pruebas más fehacientes de que
el presunto saqueo de fondos públicos por parte del sindicato a través de la
trama de facturas falsas se hizo con carácter sistemático durante años.
Según defendió la dirección andaluza, el único problema con el sistema de botes es que estaba «mal
denominado», en palabras del ex líder regional Francisco Fernández Sevilla, ya que «es una cuenta
abierta pendiente de ajuste final entre proveedores y el sindicato, como tiene
cualquier empresa en cualquier actividad con sus proveedores habituales, para
que cuadren las cuentas, no para obtener un beneficio a cuenta de gastos no
ejecutados».
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