"España necesita un auténtico partido de derechas que defienda
la vida, la Familia, la libertad y la unidad de la nación."
Mariano Rajoy, como
buen opositor, conoce la importancia de atenerse al programa en el desarrollo
de los temas que te tocan en suerte, lo que parece haber olvidado por ahora, en
su mandato como presidente del Gobierno; eso sí, ha
declarado en medio de la que le está cayendo que piensa cumplir el mandato que
el electorado le entregó. Ójala
sea cierto por el bien de todos, ya que necesitamos más que nunca el acierto de
nuestros gobernantes.
El caso Bárcenas, junto con otros, es un ejemplo más de lo
necesitada que está nuestra precaria democracia de una adecuada Ley de financiación de los partidos políticos lo que evitaría la existencia de los
conseguidores económicos, las cajas B, los encuentros en las gasolineras,
murallas, descampados y similares, así como los 3 por ciento de turno, y que
probablemente expulsaría de la política a toda esa recua, legión diría yo, de
trincones que han hecho de la política su modo de vida, del sobre B su
profesión y como único mérito para malgastar el dinero público y gestionar lo
que no saben es medrar en el aparato del partido de turno; razones por las
cuales a los partidos no les interesa la
claridad ni la transparencia en sus cuentas.
Resulta triste comprobar, en medio del marasmo que nos sacude,
que el PP sigue atormentado por los complejos de la derecha manipulados
hábilmente por los medios de izquierda que han logrado que los peperos hagan
suyas, un gran éxito del agit-prop del rojerío que sigue funcionando a la
perfección, orquestado por un grupo refinanciado gracias al Gobierno del PP y
magnificado por un medio que sólo tiene como principio las ventas y su cuota de
poder. Si a esto le sumamos que el PP carece de una política adecuada
de comunicación (¿sabe
comunicar algo aunque sea bueno?); tenemos que el partido del Gobierno pese al
chapapote, la guerra de Irak, el 11-M, las galas de los Goya, su travesía del
desierto, el cordón sanitario del Lupi, etc, etc; no ha aprendido ni entiende nada; repite los mismos
errores, no responde a su programa ni a sus votantes ni cubre tampoco las expectativas de
los que le otorgaron una mayoría absoluta para que gobierne y gestione, lo que
implica actuar en todos los órdenes necesarios con el rigor y la dureza
adecuada. Sin embargo hasta la fecha no ha resuelto el cáncer nacional que no
es otro que el derroche económico de las CC AA, algunas de las cuales, además,
se permiten amagos secesionistas; por el contrario sube impuestos de modo
desproporcionado y contrario a toda lógica cercenando el consumo, así como las
expectativas de futuro y crecimiento de la clase media, no obligando a la banca
y cajas a poner a circular el crédito tan necesario para nuestro despegue
económico; no ha regenerado la vida política; no ha transformado la
Administración ni el Estado Autonómico; vamos que podría afirmarse que han hecho poco o nada.
España necesita un auténtico partido de derechas que defienda
sin medias tintas la vida, la economía de mercado, la libertad de empresa, el
mercado interior único, la unidad de la nación, acabar con el sinsentido de las
Diputaciones Provinciales, por ejemplo, la disminución de impuestos, la buena
gestión, la separación de poderes, las listas abiertas, la contención y
transparencia en el gasto público y el humanismo cristiano, valores que dice
tener el PP de la oposición pero no el que gobierna y menos con mayoría
absoluta en cuyo caso se transforma en una especie de socialdemocracia que sólo
sabe exigir sacrificios a sus votantes a cambio de nada y sólo para satisfacer a un rojerío
que nunca le reconocerá nada ni nos agradecerá a los que pagamos sus
dispendios, ignorando que el frente popular no se ha extinguido y que los
socialistas y nacionalistas estarán encantados de actualizarlo para
descabalgarle del poder.
En definitiva el PP es un partido igual que los
otros, integrado aparentemente por gente sin una clara
ideología, ni mucha experiencia profesional y que aspira a ser posibilista para
detentar el poder y colocar a los suyos sin importar que gente que sabe poco o
nada, que no ha cotizado nunca a la Seguridad Social pueda aportar algo a la
sociedad; además que, se permite dejar en la cuneta a claros referentes como
María San Gil, Jaime Mayor Oreja o Aleix Vidal-Quadras.
Mientras no nos sacudamos de encima a estos partidos, verdaderas
máquinas de poder y de generar dinero para ellos, así como a los políticos de
medio pelo y trinque profesional no seremos libres.
*Vicente
García-Hinojal es jurista.
Enlace Articulo original: http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/opinion/pero-existe-derecha-espana-20131031
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