Linde reclama una vuelta de tuerca a
la reforma laboral con contratos fuera de convenio
El gobernador admite que la ley del
PP no ha frenado la destrucción de empleo
Miguel
Jiménez Madrid
Luis María
Linde, gobernador del BdE. / Bernardo Pérez
El
gobernador del Banco de España, Luis Linde, sigue la estela de su antecesor,
Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en lo que a petición de flexibilidad laboral se
refiere. Incluso va más allá. En el primer informe anual que presenta desde que
asumió el cargo, Linde señala que la reforma laboral del PP no ha servido por
ahora ni para evitar la destrucción de empleo ni para impulsar su creación y
propone medidas más audaces, como los contratos fuera de convenio o la
supresión del salario mínimo para parte de los trabajadores.
El Banco de España
también aboga por otras reformas, como adelantar la aplicación del retraso a los 67 años de la
edad de jubilación.
"La
gravedad de la situación por la que atraviesa el mercado laboral aconseja
mantener y profundizar el impulso reformador mediante la adopción de medidas
adicionales que promuevan la creación de empleo a corto plazo y faciliten la
flexibilidad de los salarios", razona el Banco de España. Y añade:
"Entre ellas, cabría explorar la posibilidad de establecer nuevas fórmulas
que permitieran, en casos especiales, la desviación temporal respecto a las
condiciones establecidas en la negociación colectiva, o mecanismos
excepcionales para evitar que el salario mínimo actúe como una restricción para
grupos específicos de trabajadores con mayores dificultades para su
empleabilidad".
Las medidas
que plantea Linde suponen, en el primer caso, que las empresas pudiesen
contratar pagando menos de lo que exigen los convenios colectivos de sectores o
empresas, algo visto con muy buenos ojos por los empresarios y la patronal. En
el segundo caso, suprimir el salario mínimo (actualmente situado en 645,3 euros
mensuales, calculados para 14 pagas anuales) para los trabajadores con menos
cualificación o de segmentos de edad con mayores dificultades para encontrar un
empleo.
El
supervisor no desarrolla la idea, que linda con el concepto de los miniempleos:
trabajos de jornada semanal reducida y muy baja retribución que han tenido un
gran auge en Alemania. Pero el supervisor español no precisa si trataría de
empleos de jornada reducida ni desarrolla las coberturas y prestaciones
sociales a que darían derecho esos empleos por debajo del salario mínimo, que
en el caso de los minimpleos son muy precarias.
La postura
de Linde de dar una nueva vuelta de tuerca a la reforma laboral se alinea con
otras peticiones de esta semana como la de la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la de la Comisión Europea. Bruselas pide a
España que evalúe la reforma en julio a más tardar y que proponga las
modificaciones necesarias en septiembre como muy tarde.
La reforma laboral no frena la destrucción de empleo
El informe
señala que "tras cinco años consecutivos de destrucción de empleo, la tasa
de paro ha alcanzado tasas inaceptables y el riesgo de que las situaciones de
desempleo de larga duración se hagan crónicas es muy preocupante, máxime si se
considera la elevada incidencia de los jóvenes y de la población con baja
cualificación en este colectivo".
En su
evaluación provisional de la reforma laboral, el Banco de España concluye que
está sirviendo para bajar los salarios, pero que "en el ámbito del empleo
no se observan cambios en las pautas recientes de creación y destrucción de
empleo". "En términos del empleo, en un entorno recesivo de la
actividad, la pauta de destrucción de puestos de trabajo ha sido muy similar a
la de antes de la reforma, tanto en su magnitud como en la concentración del
descenso de la ocupación en los asalariados con contrato temporal.
Por el lado
de la contratación, no se observan hasta ahora modificaciones relevantes de las
pautas vigentes previamente", añade, aunque cree que en estos aspectos la
reforma quizá dé frutos a más largo plazo. Lo que sí habría es un aumento de
los despidos individuales por causas económicas (con menor indemnización) hasta
el 40%, frente al 10%-15% en la primera fase de la crisis.
El informe
recuerda que el número de desempleados intensificó su ritmo de aumento hasta el
15,4% en 2012, y la tasa de desempleo se situó en el 26% en el último trimestre
del año. La disminución de la tasa de creación de empleo experimentada en 2012
elevó la duración media de la situación de desempleo hasta más de 10 meses,
frente a los 5 meses de duración en 2007, con lo que el paro de larga duración
se situó en un 52,4% del total de desempleados, con más incidencia en los
colectivos de mayor edad y menor nivel de formación. "Este aumento en la
duración media de los períodos de desempleo habría vuelto a elevar el
componente estructural del desempleo", concluye.
Sueldos más bajos también en la recuperación
El
supervisor sí considera que "los logros alcanzados por la reforma laboral
en materia de flexibilidad interna y de moderación salarial son
esperanzadores". Subraya el menor grado de indexación salarial medido por
el porcentaje de trabajadores cubiertos con cláusulas de salvaguarda frente a
la inflación. Este porcentaje, que se ha situado tradicionalmente entre el 60%
y el 70%, ha descendido hasta el 45% en 2012. Y explica que en los convenios de
nueva firma esta reducción es más acusada (33%). Entre estos convenios firmados
desde principios de 2012, además, alrededor de la mitad solo prevén la
activación de las cláusulas de salvaguarda a partir del 2% de inflación,
mientras que en torno al 25% utiliza la inflación europea en lugar de la
española como referencia nominal, lo que reduce de manera adicional la
indexación de los incrementos salariales.
La propuesta
del Banco de España es "dar pasos adicionales para asegurar que la
reducción del alcance de las cláusulas de indexación salarial no se revierta en
fases de crecimiento económico", es decir, para que los sueldos sigan sin
tener garantizado conservar el poder adquisitivo cuando pase la crisis y llegue
la recuperación económica.
"Este patrón de mayor
moderación salarial es un ingrediente fundamental para la reactivación de la
economía española y, en particular, para favorecer la creación de empleo",
argumenta.
Enlace articulo original: http://economia.elpais.com/economia/2013/05/31/actualidad/1369989628_740486.html
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