Por Alejandro Sordo de las Heras
La Revista Española de Cardiología destaca en un editorial de su
último número la importancia de un estudio publicado por un cardiólogo del
Hospital Infanta Cristina de Badajoz, José Ramón López-Mínguez, que
recoge su experiencia en la realización de una intervención quirúrgica indicada
para pacientes con Fibrilación Auricular (FA) que no respondan bien a
anticoagulantes como el “Sintrón”.
El
editorial está dedicado al trabajo publicado en un número anterior de la
revista por López-Mínguez, en el que exponían los resultados de las
intervenciones y el seguimiento posterior realizados a 35 pacientes entre 2009
y 2011, a los que cerró la orejuela auricular izquierda del corazón, un
apéndice inútil –llamado orejuela por su forma— en el que se originan el 90% de
los trombos en caso de FA no valvular.
El
Hospital Infanta Cristina fue, en 2009, uno de los primeros que implantó esta
técnica en España. Desde entonces se ha convertido en centro de referencia
nacional en este tipo de intervención, y José Ramón López-Mínguez, jefe de
Sección de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista del hospital pacense, ha
enseñado a aplicar esta técnica en al menos 10 de los principales hospitales de
España y Portugal, entre ellos 4 de Madrid.
El
propio hecho de que la revista, medio de difusión de la Sociedad Española de
Cardiología, dedique uno de los editoriales de la publicación a este estudio,
da buena idea del interés que le concede. Los autores del artículo, dos
reconocidos cardiólogos de la Universidad Católica de Roma, señalan que “…la
experiencia de López Mínguez… es un valioso aporte a nuestro conocimiento de la
OAI (orejuela auricular izquierda)”.
Entre
las posibles ventajas de la intervención, los editorialistas destacan la
“prevención de los episodios isquémicos –reducción del flujo sanguíneo—causados
por los émbolos originados por trombos situados en la OAI, y la supresión del
tratamiento antitrombótico –anticoagulantes orales—a los pocos meses de la
intervención, con lo que evitan el riesgo hemorrágico asociado al uso a largo
plazo” de este tipo de fármacos.
FIBRILACIÓN AURICULAR
La
Fibrilación Auricular no valvular es una arritmia frecuente cuya incidencia
aumenta con la edad, y que origina más del 20% de los ictus isquémicos
–producidos por falta de riego sanguíneo--. Además, el impacto de los ictus
atribuibles a FA es mayor que el debido a otras causas.
La
principal herramienta para reducir los eventos cardioembólicos son los
anticoagulantes orales (ACO), que reducen el riesgo de ictus en un 64%, pero
aproximadamente un tercio de los pacientes no pueden utilizarlos por el riesgo
de que sufran hemorragias.
Además,
diversos estudios previos establecen que sólo el 55% de los pacientes tratados
con ACO tiene bien controlado el índice que mide la coagulación sanguínea
(INR), mientras que el 30% queda por debajo del rango terapéutico adecuado y
por tanto está en riesgo de embolia, y el 15% restante supera el índice, lo que
hace que pueda sufrir hemorragias.
Pensando
en estos pacientes que no pueden tomar anticoagulantes diseñaron esta técnica,
que consiste en la implantación por vía percutánea –a través de la piel,
mediante catéteres-- de un dispositivo formado por una malla de poliéster y una
aleación de níquel y titanio, para impedir el paso de la sangre a la orejuela y
evitar la formación de trombos.
POLIÉSTER, NÍQUEL Y TITANIO
Para
realizar el estudio, que López-Mínguez firma conjuntamente con otros 10
facultativos del Infanta, seleccionaron a 35 pacientes que previamente habían
sufrido alguna hemorragia grave durante tratamiento con “Sintrón”, o bien
tenían contraindicado el uso de anticoagulantes, o imposibilidad de controlar
adecuadamente el INR (índice que mide la coagulación sanguínea).
La
edad media de los pacientes era de 74,6 años, la más alta de los estudios
realizados hasta ahora sobre el uso de nuevos anticoagulantes y otros
dispositivos similares para el cierre de la orejuela.
El
objetivo era analizar los resultados de la técnica en cuanto a la implantación
del dispositivo –denominado ACP--, y la evolución clínica a largo plazo de los
pacientes, particularmente en lo que se refiere a la aparición de eventos
embólicos o hemorrágicos, la formación de trombos en el dispositivo y la
persistencia en la eficacia del cierre de la orejuela.
En
sus conclusiones, el cardiólogo extremeño señala que el cierre de la orejuela
mediante este dispositivo tiene baja incidencia de complicaciones durante su implantación,
y resultados muy satisfactorios en el seguimiento clínico si lo realizan
intervencionistas con cierta experiencia en esta técnica.
Por
ello, asegura que puede ser una alternativa útil al tratamiento con
anticoagulantes en pacientes con FA no valvular pero, sobre todo, es una opción
complementaria para los pacientes que, debiendo recibir tratamiento
anticoagulante, lo tienen contraindicado por haber sufrido complicaciones
hemorrágicas o ictus recientes.
Enlace articulo original: http://badajoz7dias.com/lector.php?id_articulo=1246