El notario que
intervino en las escrituras relata al juez las dudas de doña Cristina
Masía afirma que
incluso se negó a firmar la compra
"Ella tenía dudas
no tenía clara la operación", asegura
Andreu Manresa Palma de
Mallorca
La casa de
Pedralbes (Barcelona) de los duques de Palma. / ALBERT
GARCÍA
El notario
de Barcelona Carlos Masía, que intervino en las escrituras privadas y
societarias de los duques de Palma, testificó ante el juez José Castro que la
infanta Cristina
“no quería firmar” la adquisición por cerca de seis millones de euros el palacete de
Pedralbes, donde la familia reside. “La infanta se había negado, no
quería firmar. Porque no veía claro, entonces, cómo se podía adquirir esa
casa”, explica el notario, quien aseguró que recibió indicaciones del asesor
fiscal de Iñaki Urdangarin
(Miguel Tejeiro) sobre qué tenía que decir para salir al paso si la Infanta
planteaba sus dudas.
“Si la infanta
te pregunta”, recuerda el notario que le dijeron, “di: 'Esto va a la comisión
ejecutiva. La Caja de pensiones ya lo tiene aprobado”. En definitiva, que La
Caixa tenía aprobada la hipoteca. Masiá abunda sobre las tribulaciones de la
esposa de Iñaki Urdangarin: "Ella tenía una serie de dudas; no veía clara
la operación”. Meditaba, supone el notario, “cómo se podía adquirir la
vivienda”. Al final, la infanta firmó la compra y la hipoteca, sin preguntar al
notario. “Se le venía cara de duda pero no preguntó nada”. Su actitud, concluye
Masiá, “era muy reservada, muy protocolaria”.
La
compraventa de la mansión de Pedralbes, de más de 700 metros cuadrados de
vivienda, se ejecutó en un solo día, según el notario Masiá. "Los duques
de Palma pagaron la póliza de crédito con cheques, porque había muy poca
diferencia entre el importe de la hipoteca y la parte financiada". señaló
al juez. El fiscal quiso saber si los duques de Palma adquirieron el chalé
antes de vender el piso donde antes vivían (por 2,2 millones) Así fue.
En 2004 La
hija del Rey y su marido se comprometieron a pagar 5.800.000 euros. Asumieron
la hipoteca de La Caixa de cinco millones a liquidar en 30 años, con una
carencia de los primeros cuatro años. Cada trimestre, la pareja debía afrontar
el pago de 52.000 euros de amortización. Por la falta de ingresos -el yerno del
Rey se quedó sin su sueldo en Telefónica-, se dejaron de pagar ya dos cuotas,
según las últimas declaraciones de Urdangarin ante el juez. La mansión,
teóricamente, está a la venta, al tiempo que sujeta a un proceso de embargo
para asegurar la fianza civil de 8,2 millones impuesta al yerno del Rey y a
Diego Torres.
Mientras, el
fiscal Pedro Horrach rechaza la petición de retirada del pasaporte a Iñaki
Urdangarin, que ha formulado la acusación popular, el pseudosindicato
ultraderechista Manos Limpias. Horrach, en
un escrito al juez José Castro, afirma que a lo largo de los tres años de la
instrucción de la causa no se han adoptado medidas cautelares personales porque
no ha habido riesgo de fuga.
Urdangarin ha acudido siempre a las
citaciones y tiene acreditado de manera notoria su arraigo personal, familiar y
social en España. La hipótesis del
cambio de domicilio —su traslado a Catar—, según el fiscal, se basa
solo en referencias periodísticas “no contrastadas”, y no hay ninguna solicitud
al respecto en el juzgado. Por todo ello, no ve nada que puede hacer sospechar
“la posibilidad de riesgo de sustracción a la acción de la justicia”, dice el
fiscal, quien añade que la escolta policial que tiene asignada el duque es “un
plus de garantía” de que no huirá.
Enlace articulo original: http://politica.elpais.com/politica/2013/04/22/actualidad/1366657983_730423.html
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