- Unicef y Cruz Roja avisan de
las consecuencias de los desahucios o el paro
- Apuntan que la violencia
también es psicológica; son víctimas de la angustia
- 'Se ha generado una brecha
social en las familias que perpetúa la pobreza'
Efe | Madrid
La violencia contra los menores en el ámbito
familiar está aumentando por las situaciones de tensión y desesperación que se
viven en muchos hogares afectados por la crisis económica, según coinciden
expertos del ámbito judicial y de organizaciones de defensa de la infancia.
Durante la celebración de la jornada 'Crisis
económica, menores y justicia', la secretaria general del Consejo
General de la Abogacía Española, Victoria Ortega, ha asegurado que "aunque
las cifras son orientativas", la violencia contra los menores podría haber
crecido un 13,6% en 2012.
Precisamente, hace unos días la Fundación ANAR
(Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) calculaba que 1.778
niños y adolescentes han sido víctimas de algún tipo de violencia grave en
España durante 2012 y señalaban este mismo aumento con respecto a 2011.
También destacaban que el maltrato físico
dentro del entorno familiar es el primer motivo de intervención de los
servicios sociales y jurídicos de ANAR. Para añadir que en el 22,5% de los
casos el agresor fue el padre, en el 15% la madre y en el 6,3% la violencia la
ejercieron ambos progenitores. Si sumamos las cifras, apuntaba el director de
programas de ANAR, Benjamín Ballesteros, "nos encontramos con que en un 43,3%
de los casos los agresores fueron las personas encargadas de cuidar y velar por
la protección del menor. Algo desgarrador".
Ahora, nuevos testimonios hablan de este
asunto. "En la convivencia diaria, existe una situación de
crispación, de desesperación que lamentablemente puede degenerar
en situaciones de violencia, en la que los menores son la parte más
débil y desprotegida; son situaciones angustiosas que se viven
las familias, no estamos hablando de una violencia exclusivamente
física, sino de angustia que se traslada a los menores", ha
reflexionado la representante de los abogados.
Además, ha asegurado que "la
austeridad impuesta por las administraciones públicas" está
incidiendo en la protección jurisdiccional de los menores. "Todas
estas circunstancias como consecuencia de la crisis económica o de la forma de
afrontar la crisis con una política de austeridad y de recortes podía afectar a
la defensa de los derechos de los niños", ha lamentado la letrada, quien
ha recordado que "el tratamiento a los menores en los tribunales debe ser
distinto al de adultos, como en la necesidad de apoyo psicológico"
y de más tiempo para su asistencia.
Desde Unicef, el responsable
de Infancia, Gabriel González-Bueno, ha advertido de que "la
tensión en los hogares está incidiendo un aumento de la violencia que sufren
los niños" y del "coste de futuro de no intervenir en
infancia".
Los niños viven procesos de
desahucio, de separación de padres que tienen dificultades para
mantener dos hogares y ven recortada la atención especializada por la reducción
de los recursos en el ámbito de la justicia, ha explicado. Ha recordado que el
desempleo afecta el doble en los hogares con niños, en concreto, en
las familias con menores creció el 120 por ciento entre 2007 y 2010.
"Tenemos un problema de pobreza
infantil muy intensa", ha
opinado el representante de Unicef, quien ha destacado que "la pobreza
infantil no depende de la riqueza de las naciones, sino de las políticas que se
apliquen".
En este sentido, ha lamentado que las ayudas
a la infancia "han sido más prescindibles" durante la crisis. "¿Tendrá
que ver que los niños no votan?. Además, ha alertado de que en algunos
países con crisis económicas muy intensas, "crece, y mucho, la
delincuencia juvenil".
La portavoz de Save the Children,
Yolanda Román, también ha coincidido en que "en contextos familiares donde
se viven grandes tensiones, aumenta la violencia contra los niños, no sólo
física, sino también psicológica". Carlos Chana, de Cruz Roja,
ha insistido en la "brecha social" que está
generando la crisis y en la pobreza que afecta a dos millones
doscientos mil niños en España.
El rostro de los menores que sufren la
pobreza, ha dicho el responsable de Cruz Roja, es el de los hijos de
parados que han agotado la prestación social y las ayudas familiares,
los menores tutelados, los inmigrantes, los niños con discapacidad y los que
padecen enfermedades crónicas, cuyos tratamientos no están cubiertos en la
sanidad pública.
"Se ha generado una brecha social en las
familias, que se va a transmitir de generación en generación y que perpetúa la
pobreza", ha añadido. La coordinadora de la Red de Niñas y Niños con
Discapacidad Cermi, Inés de Araoz, ha vaticinado que los
recortes en las ayudas sociales "hará que en el futuro haya niños más
discapacitados".
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