Luis Marques Guedes, ayer, a su llegada a la rueda de
prensa. | Efe
- El presidente garantiza que el
Ejecutivo puede 'cumplir el mandato democrático'
- De momento, parece descartado
una petición de dimisión de Passos Coelho
- El Consejo de Ministros se
planteó la posibilildad de solicitar otro rescate
- El primer ministro comparecerá
esta tarde ante los portugueses
Virginia
López | Lisboa
El presidente de Portugal, Aníbal Cavaco
Silva, dio ayer un voto de confianza al Gobierno, a pesar del rechazo
del Tribunal Constitucional a cuatro medidas de austeridad que ponen en
peligro la ejecución presupuestaria para este año. Después de reunirse con el
primer ministro conservador, Pedro Passos Coelho, el presidente emitió un breve
comunicado en el que garantizaba que el Ejecutivo "tiene
condiciones para cumplir el mandato democrático".
Además, en la nota, Cavaco Silva manifestaba
su empeño en que "se honren los compromisos asumidos internacionalmente y
se preserven los consensos necesarios para salvaguardar el interés superior
nacional". Con este comunicado, el presidente, que tiene el poder
de disolver el Parlamento y convocar las elecciones anticipadas, deja
claro que no pondera esta posibilidad. Cavaco Silva es socialdemócrata, del
mismo partido que el primer ministro Passos Coelho, y entiende que a pesar de
la moción de censura presentada esta semana por el Partido Socialista,
principal partido de la oposición, el gobierno no ha perdido la legitimidad.
Habrá que saber ahora cómo está la salud de la coalición conservadora y si será
capaz de superar esta crisis política.
Ayer, en el Consejo extraordinario de
Ministros, el Gobierno analizó las consecuencias políticas y económicas que
traerá para el país la decisión de los jueces. Según dijo el ministro Luis
Marques Guedes, el gobierno respeta la decisión del TC pero no la comparte
porque "pone
en peligro la ejecución presupuestaria, la renegociación de los plazos de
la deuda y la credibilidad internacional de Portugal ante los socios europeos y
los acreedores". Estos son los tres problemas que tendrá que superar ahora
Passos Coelho para poder seguir al frente del rumbo del país.
Sin poder implementar las cuatro medidas de
austeridad rechazadas por el TC, el gobierno de Lisboa se ve en la
obligatoriedad de encontrar medidas alternativas con las que conseguir
cumplir los objetivos de reducción del déficit público, que tendrá que alcanzar
este año la meta del 5,5% del PIB. Ayer, en la reunión que Passos Coelho
mantuvo en el Palacio de Belem con el presidente, también estuvo el ministro de
finanzas, Vítor Gaspar, principal responsable de la política de austeridad de
los dos últimos años y su presencia podría significar que el ministro sigue
contando con el apoyo de Passos Coelho.
Gaspar ha sido el principal interlocutor de
Lisboa con la Troika. El hecho de que sus medidas hayan sido ahora rechazadas por
el TC y de que hayan fallado sus previsiones presupuestarias podría
poner en peligro su continuidad. Pero su dimisión significaría que
Passos Coelho acepta, de alguna manera, su fracaso en la vía de la austeridad.
En las especulaciones sobre las posibles
remodelaciones del gobierno portugués, también está en el punto de mira el
Ministerio de Economía, por las malas previsiones para este año en el que se
espera una recesión del 2,3% y un desempleo del 19%. Para explicar el punto en
el que se encuentra Portugal, el primer ministro Passos Coelho comparecerá este
domingo por la tarde ante los portugueses.
De momento parece descartado una
inminente petición de dimisión,
sin embargo, ayer, en el consejo de ministros la posibilildad de tener que
solicitar un segundo rescate si no se encuentran medidas de austeridad
equivalente a 1.300 millones de euros también estuvo encima de la mesa. Cabe
esperar para saber si es ésa la idea del gobierno y si tiene legitimidad, a
pesar de la mayoría parlamentaria, para pedirles a los portugueses más
austeridad.
Enlace Articulo original: http://www.elmundo.es/elmundo/2013/04/06/economia/1365284036.html
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