A. SOTO / M. E. ALONSO | MADRID
- Francisco preside la ceremonia de inicio de Pontificado con una alerta contra "los Herodes de todas las épocas"
- Lanza un alegato por "la bondad y la ternura" y contra "la envidia y la soberbia"
Francisco se despide de los fieles en la Plaza de San Pedro. /
Afp
La misa de entronización de Francisco ha
tenido su sello personal en muchos detalles. Por ejemplo, la segunda lectura de
la ceremonia ha sido en español, algo no habitual en este tipo de actos. En concreto,
una mujer ha leído un fragmento de la Carta del apostol San Pablo a los
Romanos. Pero sobre todo, Francisco ha esbozado en su homilía algunos de los
pilares en los que basará su Pontificado. "El odio, la envidia y la
soberbia ensucian la vida", ha afirmado Francisco ante los invitados y los
fieles. El Papa ha hecho también un alegato de "la bondad y la
ternura".
En la homilía tampoco se ha olvidado de
uno de los asuntos sobre los que más claro se ha mostrado siempre: el aborto.
Sin citarlo expresamente, ha pedido a "todos los que ocupan puestos de
responsabilidad en el ámbito económico, político o social" y a todos los
hombres y mujeres que custodien la Creación y no dejen que los signos de
destrucción y muerte, los 'Herodes' de todas las épocas, desfiguren el mundo.
"Por desgracia, en todas las épocas de la historia existen 'Herodes' que
traman planes de muerte, destruyen y desfiguran el rostro del hombre y de la
mujer. Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de
responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres
y mujeres de buena voluntad: Seamos custodios de la creación, del designio de
Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no
dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este
mundo nuestro", ha remarcado.
"Nunca olvidemos que el verdadero
poder es el servicio, y que también el Papa, para ejercer el poder, debe entrar
cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner
sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe, de san José y, como él,
abrir los brazos para custodiar a todo el Pueblo de Dios y acoger con afecto y
ternura a toda la humanidad, especialmente los más pobres, los más débiles, los
más pequeños", ha insistido Francisco.
El Papa también ha hecho suyas las
palabras que utiliza Mateo para describir la caridad: "Al hambriento, al
sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado".
"Sólo el que sirve con amor sabe custodiar", ha asegurado. Además, en
un guiño a los seguidores de todo el mundo que algunos lugares hasta se
encuentran perseguidos, el rito de la 'Oración de los fieles' o peticiones
durante la misa de inicio del ministerio petrino fue leído en cinco idiomas,
ruso, francés, árabe, swahili y chino.
Baño de masas
Minutos antes del acto principal, el
Papa ha recorrido el interior de la Basílica de San Pedro y ha recibido el
anillo del pescador y el palio (una banda de lana blanca que se coloca sobre la
casulla, un privilegio del obispo de Roma), dos de los símbolos del poder del
Pontífice.
Los actos para la misa solemne de inicio
de Pontificado del Papa Francisco habían comenzado en el Vaticano con la
llegada del Pontífice a la plaza de San Pedro. Francisco ha llegado a la plaza,
abarrotada de fieles en un papamóvil sin urna
de cristal, una imagen que no se veía desde que la seguridad de Juan Pablo II
reforzó el vehículo oficial tras el atentado de Ali Agca en 1981. En este baño
de masas, Francisco ha bendecido a la multitud y en concreto, a los niños y a
algún discapacitado, a los que se ha acercado personalmente.
'Miserando atque eligendo' (Le miró con
misericordia y le eligió) será el lema de su Pontificado y el emblema de la
Compañía de Jesús sobre un sol radiante será su escudo papal.
Tras el recorrido por San Pedro, el Papa
ha vuelto a la sacristía al lado de la estatua de La Piedad de Miguel Ángel
para colocarse los ornamentos litúrgicos. A las 9.30 horas, el jesuíta de 76
años ha visitado la tumba de San Pedro junto a los diez patriarcas de las
iglesias orientales para rezar mientras se oye el canto 'Tu es Petrus', que
representa la “unidad entre la Iglesia de Occidente y de Oriente", según el
padre Federico Lombardi. Después, en procesión ha subido a la basílica y ha
salido a la plaza de San Pedro, donde se le ha colocado el palio y se le ha
entregado el anillo del Pescador, tras lo cual ha comenzado la misa.
Mientras tanto, en la plaza de San
Pedro, han tomado posiciones los representantes de las 132 delegaciones que
asisten a la ceremonia. La delegación española está presidida por los
Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia, y por el presidente del
Gobierno, Mariano Rajoy, y su esposa, Elvira Fernández, junto a los ministros
de Exteriores, Interior y Justicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario