Foto: Efe
Pablo Pardo | Washington
La cuestión es: al margen del atraco al que
se le está sometiendo, ¿importa tanto Chipre? Por ahora, el mercado lo está
ignorando bastante. Pero sí importa, fundamentalmente por tres motivos:
Primero está la cuestión psicológica. Como
señala la 'newsletter' Greed
and Fear, de CLSA, "es natural que los inversores quieran ver a Chipre
como un caso especial (...), igual que los opinadores despreciaron a Grecia
porque era un porcentaje mínimo del PIB al principio de la crisis de la
eurozona". Pero, como matiza Randall Forsyth en Barron's, los pasivos (lo
que se debe) de uno son los activos (lo que tiene) otro. Si los pasivos
de Chipre se evaporan, el pánico puede aparecer.
A todo eso se suma un factor político. El
aparente consenso político que había alcanzado la eurozona desde julio, cuando
se produjo el anuncio de Mario Draghi de que el BCE iba a hacer lo que hiciera
falta para salvar al euro (lo que, en realidad, salvó a España en verano,
cuando estábamos al borde del colapso), ha saltado por los aires.
Después está el componente financiero.
A todo el mundo le horroriza lo grandes que son los bancos de Chipre: sus
activos son 6,1 veces mayores que el PIB del país. Pero es que los
activos de los bancos de Luxemburgo son 20,5 veces el PIB de ese país. Los de
Malta, 6,9. Los activos de los bancos británicos equivalen a 5,1 veces su PIB,
y los de Suiza, a 4,8. Podrá decirse que todos esos Estados son mucho más
serios que Chipre, a lo cual podrá replicarse que Chipre había pasado sin
problemas las inspecciones de la Autoridad Bancaria Europea, cuyos test de
estrés están empezando a tener tanta credibilidad como los Tour de Lance
Armstrong.
Ese sector bancario hipertrofiado
es algo muy europeo, y significa que ninguno de esos países podría hacer frente
a un pánico de depositantes. Por último, un dato: según JP Morgan, la mitad de
los 8 billones de euros en bancos europeos está en cuentas de más de 100.000
euros, como las que se van a gravar más en Chipre. Es de prever que una parte
de los propietarios de esas cuentas se lo piensen a la hora de mantener el
dinero en Europa. Y los bancos europeos no están como para que les saquen el
dinero.
Son muchos factores hipotéticos. Chipre es,
efectivamente, un pequeño precedente. Pero es mucho lo que está en
juego. Es una anécdota. Pero es una anécdota en una bolsa de 8
billones de euros.
Enlace articulo original: http://www.elmundo.es/elmundo/2013/03/24/economia/1364108419.html
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