sábado, 2 de marzo de 2013

Objetivo: desactivar a Carme Chacón


A.Z. / MADRID
Rubalcaba ayudó al líder del PSC con el federalismo para que tuviera «su propio discurso» y aislar a la exministra. El desafío de Pere Navarro es grave, pero ha logrado lo que era una meta para Ferraz.
IGNACIO GIL

Alfredo Pérez Rubalcaba abrazó la defensa nebulosa del «federalismo» y del cambio de la Constitución «para que Pere Navarro tuviera un discurso», y lo que ha recibido a cambio del líder de los socialistas catalanes es un desafío, que está poniendo en peligro tres décadas de relaciones entre los dos partidos. Por no hablar de su inoportuno llamamiento a que el Rey abdique. Pero no es ninguna traición de Navarro, disculpa un miembro de la dirección del PSOE, porque el primer secretario del PSC «está en su propia dinámica»buscándo cobrar una identidad política que hasta ahora no tiene. Y porque Rubalcaba también le «ayudó» para favorecer su propio interés, que no era otro que dejar aislada a Carme Chacón. Y de momento está fuera de juego.

Pere Navarro es un referente con poca fuerza fuera y dentro del partido, donde se temió que su falta de perfil agravara todavía más las malas perspectivas con que el PSC concurrió en octubre a las urnas. Los resultados fueron pésimos, aunque no tanto como pronosticaban las encuestas, y con 19 diputados la formación cree que ya ha sufrido bastante.
Ha llegado el momento de apostar por los gestos radicales:primero, no votar la declaración soberanista en el Parlamento catalán, luego lo del Rey, y el último, la ruptura de la disciplina de voto del Grupo Socialista en el Congreso, se lo ha servido en bandeja CiU enfrentándoles en Madrid a una moción con fondo de autodeterminación pero con forma moderada. Y en el PSC están halagados, porque entienden que la formación de Artur Mas está limando ya su exigencia de un referéndum a toda costa, aunque sea ilegal, para arrimarse a lo que Pere Navarro ha defendido desde el principio, una consulta siempre legal y pactada. Hay una visión opuesta, y es la que sostiene que, simplemente, los de Artur Mas han estado listos y aprovechan para ahondar un poco más la fractura interna del PSC, que se ha convertido también en riesgo de fractura con el PSOE.

Los argumentos a los que está recurriendo el PSOE para contenerlo son de lo más peregrinos. Un dirigente consultado por estediario prevenía contra el tremendísmo esforzándose por subrayar que el voto de 13 diputados del PSC a favor de que Cataluña decida su futuro es la demostración de que «están en contra de la independencia». En el otro lado, el secretario de Formación de la Ejecutiva Federal del PSOE, Rafael Simancas, se sumaba a los más críticos al reconocer el jueves que «algo se rompió» con el PSC y que ahora no se puede recomponer «a cualquier precio».

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