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C. Forteza
ELMUNDO.es | Palma
84 páginas de evasivas. Cuatro horas de preguntas esquivadas con escasas
variaciones de una misma fórmula. En una nube de palabras es posible condensar la
declaración de Iñaki Urdangarin
el pasado 23 de febrero ante el juez José Castro y el fiscal: "No lo
sé" (respuesta repetida en más de 20 ocasiones sólo en los primeros 40
folios de los que consta el interrogatorio), "No lo recuerdo",
"No le puedo decir más", "Creo que no", "No sé a qué
se refiere", "No tengo ni idea", "No tengo nada más que
decir/aportar", "No estoy seguro", "No soy
consciente", "No puedo saber", "No recuerdo nada"...
La presencia ante la Justica del Duque de Palma dejó incontables momentos
solventados en última instancia por éste con alusiones a su desconocimiento y
su falta de memoria. Como cuando el fiscal le preguntó por su remuneración
económica en Telefónica Internacional USA. "¿Qué sueldo tenía?",
quiso saber el fiscal. "¿Qué sueldo tenía?", se repreguntó el marido
de la Infanta Cristina. "Sí, ¿qué sueldo tenía?", insistió el
fiscal. "Pues no lo recuerdo bien", se escabulló el imputado.
Urdangarin sí aseguró durante su comparecencia ante el juez que su mujer,
la Infanta Cristina,
estaba en el Instituto Nóos por "transparencia, comodidad y
formalismo".
Durante su comparecencia, el yerno del Rey eximió a la Casa Real
de cualquier responsabilidad respecto a la trama investigada y aseguró que
la Infanta Cristina no desempeñaba
ninguna función en el Instituto Nóos y que su representación en él
era simplemente porque ella era una "era una persona de confianza en la
junta directiva, simplemente eso, con la voluntad de dar una transparencia
y una normalidad a las cosas".
De esta forma, aseguró que la Infanta era vocal del instituto porque hacían
falta cinco personas para formalizar la Junta Directiva y "tuvimos,
cómo decir, que cubrir esos asientos".
En dicha Junta Directiva se nombre a Urdangarin presidente de Nóos, a Torres
vicepresidente, a la Infanta vocal y al secretario de las Infantas, Carlos García
Revenga, tesorero, aunque el Duque de Palma aseguró no recordar que
se hubieran reunido nunca para tales nombramientos.
Respecto a García Revenga,
Urdangarin explicó que también fue designado tesorero por su "amistad
de más de quince años" con el duque. Urdangarin también eximió a
García Revenga al explicar que no recordaba que el secretario tuviera
"ninguna participación" como tesorero.
Además de por el papel de la Infanta Cristina en Nóos, Castro y los
fiscales se interesaron por el trabajo y las ganancias del duque. A preguntas
del fiscal de cuánto ganaba en su trabajo para Telefónica en EEUU, Urdangarin aseguró
que cobraba 350.000 euros durante esos tres años (de 2009 a 2011), al
contrario de lo publicado en algunos medios, que en aseguraron que el duque
percibía entre un millón y millón y medio de euros.
Urdangarin
respondió que sí ha "ahorrado dinero" y que tiene cuentas abiertas
en España, en La Caixa, y que aún le queda una en EEUU "con un pequeño
permanente". Respecto al "importe global" que pueda haber ahora
en esas tres cuentas (una a nombre de la Infanta, otra a su y otra conjunta),
el duque señaló que "no llegará a los 80.000 euros". Negó
tener cuentas en Suiza y aseguró llevar seis meses sin pagar las cuotas de
la hipoteca.
'La misión es terminar la instrucción lo antes posible'
Al inicio de la declaración el magistrado José Castro se mostró ante el
encausado "perfectamente consciente" del mal trago que estaba
pasando. "La misión, como el deseo mío y creo que lo compartimos todos es
el de terminar esta instrucción lo antes posible. Pero no la vamos a terminar
de cualquier forma", aseguró nada más iniciar el extenso interrogatorio
del pasado 23 de febrero.
Dicho esto, Castro
aseveró que "vamos a llegar a lo que tenga que ser", para acto
seguido explicar al Duque que o "podemos llegar a la verdad con su
colaboración y será todo más fácil" aunque "no está obligado a
prestarla", o "podemos llegar sin su colaboración y será más
laborioso, pero es usted el que tiene que decidir, obviamente siguiendo el
consejo de su letrado, que es el consejo que está usted llamado a seguir".
Una introducción tras la cual el encausado procedió a anunciar que iba a
declarar, si bien no en referencia, por cuestionar su autenticidad, a los correos
electrónicos aportados por su ex socio Diego Torres, de los que
se desprendería que la Casa Real estaba al tanto de las actividades
desarrolladas por Nóos. Precisamente, el Duque comenzó su deposición leyendo un
comunicado en el que afirmaba que "la Casa de Su Majestad el Rey no opinó,
asesoró, autorizó o avaló las actividades que yo he desarrollado en el
Instituto Nóos".
Enlace Articulo original: http://www.elmundo.es/elmundo/2013/03/04/baleares/1362405923.html
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